Depresión: crecen los riesgos por la automedicación
Edición Impresa | 23 de Marzo de 2025 | 05:42

En un contexto donde la salud mental ha cobrado mayor visibilidad, se observa con frecuencia que muchas personas llegan a la consulta psicológica con medicación prescrita de manera incierta o, incluso, sin una evaluación adecuada. El psicólogo y profesor Juan Manuel “Mel” Gregorini advirtió que hoy en día “muchos pacientes vienen con medicación y a veces escasamente recomendados por gente de la salud mental, tanto en neurología como en psiquiatría”. Esta práctica, según el profesional, puede ser peligrosa si no se realiza un diagnóstico interdisciplinario, ya que es fundamental abordar la problemática desde diversos frentes: biológico, psicológico y social.
El especialista destacó que la depresión, una de las patologías más frecuentes en la actualidad, “se cursa, tiene un tratamiento y hay una solución”, pero este proceso requiere de un enfoque integral que tenga en cuenta los distintos aspectos de la vida del paciente. Para ello, subrayó la importancia de un diagnóstico preciso realizado por un equipo multidisciplinario, en el que intervengan no solo psicólogos, sino también psiquiatras y otros especialistas, quienes trabajen en conjunto para ofrecer el mejor tratamiento posible.
Uno de los problemas más comunes que menciona Gregorini es la automedicación, una práctica que sigue creciendo en la sociedad argentina, especialmente con los antidepresivos. Según el psicólogo, “generalmente, el consumo de antidepresivos hoy en Argentina está por debajo de los analgésicos, pero tiene un impacto muy, muy grande”. A pesar de esta alta demanda, el consumo de estos medicamentos a menudo carece de un diagnóstico certero, lo que termina en la administración de fármacos sin la debida orientación. Este problema, agregó, está asociado a una tendencia creciente a la automedicación: “muchas veces, el paciente se auto recetó sin la supervisión de un especialista, y generalmente el diagnóstico es errado”.
La automedicación, tal como lo explicó Gregorini, es en muchos casos una forma de negar la enfermedad: “La automedicación muchas veces termina siendo una negación de la propia enfermedad”. La persona, al no comprender adecuadamente lo que le ocurre, busca soluciones rápidas sin recurrir a un tratamiento adecuado. Esto es particularmente peligroso con los antidepresivos, que, como aclaró el psicólogo, no tienen como objetivo principal aliviar los episodios depresivos, sino regular la serotonina en el cerebro. Sin embargo, la depresión es mucho más que una alteración química; a menudo, está vinculada con sentimientos profundos de enojo hacia uno mismo, y requiere una intervención terapéutica más compleja y holística.
Gregorini también hizo referencia a un problema común en las farmacias, donde “se ven muchos casos de automedicación también en las empresas farmacéuticas, en las farmacias propiamente dicho”. Muchas personas, tras obtener una receta, piden directamente el medicamento sin cuestionar su idoneidad o el diagnóstico detrás de esa prescripción. Esto puede resultar en una grave falta de orientación y un tratamiento inadecuado. Según el psicólogo, esto ocurre debido a que “generalmente el profesional no sabe qué hacer ni cómo responder”, lo que aumenta el riesgo de que los pacientes reciban medicación inapropiada.
El tratamiento de la depresión debe ser abordado con cautela y empatía. “Siempre, siempre evitar la estigmatización”, resaltó Gregorini, indicando que una de las mayores barreras para tratar eficazmente la depresión es la vergüenza asociada a esta enfermedad. La estigmatización de la depresión, como si fuera un defecto de carácter o una debilidad, impide que muchas personas busquen la ayuda necesaria. En lugar de verlo como un signo de debilidad, es crucial entender que la depresión es una oportunidad para pedir ayuda y emprender un camino hacia la recuperación.
“La automedicación muchas veces termina siendo una negación de la propia enfermedad”
Finalmente, el psicólogo subrayó que “el tratamiento de la depresión debe ser multiaxial”, involucrando no solo el ámbito psicológico, sino también el biológico y el social. La depresión es una enfermedad compleja que requiere un enfoque global, que tenga en cuenta todos estos aspectos para ofrecer un tratamiento integral y efectivo.
En resumen, la automedicación es un riesgo que, sumado a un diagnóstico inadecuado o incompleto, puede complicar el tratamiento de la depresión. Es esencial que los pacientes reciban un diagnóstico preciso y especializado, y que el tratamiento sea supervisado por profesionales de la salud mental y, si es necesario, psiquiatras. Solo así se podrá abordar la enfermedad de manera eficaz, sin caer en el error de tratar de resolver un problema tan complejo con soluciones superficiales.
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