Ahora debe velarse por el mantenimiento de la Plaza San Martín
Edición Impresa | 28 de Marzo de 2025 | 01:16

Finalmente desaparecieron las empalizadas, las vallas y las mediasombras que la circundaban y a inicios de esta semana se inauguró la remodelada Plaza San Martín, una de las dos más históricas, junto a la Plaza Moreno, de La Plata.
Luego de más de nueve meses de trabajos el lugar quedó abierto al público. Y es de esperar que ahora, en esta nueva etapa, no sólo reciba el mantenimiento correspondiente, sino que quede a salvo de actos vandálicos y de otros episodios disvaliosos que se vivieron en ella en los últimos años.
Tal como se reseñó en este diario, la restauración de la Plaza consistió en la puesta en valor del monumento central dedicado al Libertador José de San Martín, de la Glorieta histórica y, así también, en el recambio de losas que forman parte de los senderos del predio, además del rediseño de canteros, la instalación de riego propio y la remoción de las esculturas de los púgiles, que se instalaron en el interior del Pasaje Dardo Rocha.
Como se recordará, el inicio de la obra coincidió con la salida de los manteros, que se habían apoderado literalmente de la Plaza, en una situación que originó múltiples reclamos de vecinos y comerciantes que pedían su erradicación.
Ver decenas de gazebos dedicados a la venta informal ocupando el paseo más emblemático y céntrico de la Ciudad -se habla de una plaza enmarcada por la Casa de Gobierno, la Legislatura bonaerense y el Pasaje Dardo Rocha- constituyó una verdadera afrenta para la capital provincial. Es de esperar que semejante despropósito no se repita.
Tiempo antes la Plaza se había convertido en peligrosa, sobre todo por la presencia de delincuentes, drogados muchos de ellos, que asaltaban a los transeúntes. La mayoría de la gente prefería no cruzar la Plaza en tales circunstancias.
A su vez, la remodelación demandó la inversión por parte de la Provincia de cuantiosos fondos y es de esperar, entonces, que la Plaza San Martín no vuelva a ser objeto de pintadas, roturas y otros actos vandálicos.
En este contexto, corresponde recordar que muchos años antes se había anunciado e impulsado la decisión de reinstaurar en la Ciudad la figura de los placeros para que cumplieran servicio de custodia en 23 plazas y paseos públicos, incluyéndose entre ellos al Bosque y a Meridiano V, considerándose que esa medida se compadecía con las crecientes necesidades de prevención y vigilancia que demandan esos espacios.
También se había apelado al llamado padrinazgo de las plazas, mediante el cual una empresa se hacía cargo del mejor mantenimiento y restauración de esos ámbitos y lo cierto es que, luego de tener un comienzo auspicioso, tal mecanismo no alcanzó a dar respuesta a los cada vez más pesados desafíos que plantearon el vandalismo y la creciente presencia de malvivientes en las plazas.
La rica tradición urbanística de La Plata demanda que las entidades representativas y los propios vecinos se preocupen por la integridad de bienes que son públicos, pero desde luego que es la Municipalidad la que debe actuar en forma continuada para mantener en buen estado a las plazas, los parques y otros espacios públicos.
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