El otoño llegó con quejas por montañas de hojas

Pequeña ó grande, abultada ó desparramada: así es la insistente hojarasca que desde hace algunas semanas tapiza calles, esquinas y veredas de la Ciudad y la Región.

Los cúmulos de hojas podrían describirse como pequeñas manchas de luz o fragmentos de atardecer en el suelo. Sin embargo, para los vecinos de la Ciudad, es un dolor de cabeza y constituye uno de los principales reclamos desde que comenzó el otoño.

“Estamos inundados de hojas. Hace dos semanas que no pasan los barrenderos”, le dijo a este diario Mirta, una vecina de calle 16 entre 59 y 60. “En calle 39, desde la intersección de 19 a 22, no pasa el servicio que barre las hojas. Los vecinos estamos muy preocupados”, advirtió Sandra, una frentista afectada por la invasión de hojas.

“Estamos en otoño, que se caigan las hojas es algo natural que sucede en los árboles. Es parte los cambios fisiológicos que atraviesan para prepararse para el invierno, donde entran en una especie de letargo hasta la primavera”, explicó Natalia Acosta, ingeniera forestal local.

En la Ciudad, hay dos grandes grupos de árboles: los que llegan al invierno sin hojas que se los conocen como “caducifolios” -los responsables de la hojarasca local- y los que mantienen las hojas en invierno, los “perennifolios”. Lo cierto es que “las hojas que caen al suelo aportan nutrientes, es como un compost. Pero en las veredas, no queda otra que barrer durante un mes”, detalló Acosta.

En la Ciudad, también se manifestaron vecinos de 40, 13 y 14, de Parque San Martín, y de diferentes puntos de la periferia. Desde la Municipalidad, no hubo respuesta ante las protestas de los residentes locales.