Un alerta local sobre el efecto dental de los jugos
Edición Impresa | 13 de Mayo de 2025 | 02:45

Un proyecto de investigación realizado por la Facultad de Odontología (FOLP) de la Universidad Nacional de La Plata, detectó el grado de daño que provocan las bebidas comerciales sin alcohol en la microestructura del esmalte dental. El hallazgo alerta sobre los hábitos de niños y adolescentes y su temprana alteración en las piezas dentarias.
A través de un estudio in vitro los estudiantes de la asignatura de Histología y Embriología, analizaron distintos refrescos para encontrar el nivel de riesgo en el consumo excesivo de estas bebidas.
Los resultados de los distintos componentes ácidos, que contienen estos líquidos industriales, le confieren valores de acidez que, medidos en pH, oscilan en 3 para las bebidas gaseosas del tipo cola; y en 3,5 a 3,70 para los jugos preparados y aguas saborizadas.
“Estos valores son muy bajos en comparación con el pH bucal normal, que suele estar en valores de 6 y 7. Por lo tanto, estos componentes y esta acidez resulta muy dañina para el esmalte dental”, advirtió la secretaria de Ciencia y Técnica de la FOLP, Andrea Tanevitch.
Luego de varios años de investigación acerca de la organización histológica del esmalte dental y el comportamiento sobre los fenómenos de desmineralización y remineralización, esta invstigación in vitro brinda las bases para orientar las conductas y terapéuticas preventivas para preservar la integridad de la estructura dentaria.
“Nuestro aporte está en comprender el comportamiento químico, mecánico y de alteraciones morfológicas considerando el sistema jerárquico de organización de la microestructura del esmalte que no fue explorado hasta el momento en el campo de la odontología”, remarcó Gabriel Lazo, decano de la Facultad de Odontología (FOLP).
DAÑO IRREVERSIBLE
Seleccionando bebidas sin alcohol de consumo familiar, tanto gaseosas como aguas saborizadas (que algunas son minerales) y jugos en polvo para preparar, el resultado arrojó que a pesar de tener “buenas prácticas” de higiene dental, el consumo diario provoca un daño irreversible en el esmalte.
“En el caso de las bebidas, el daño del esmalte dental que puede producirse a largo plazo, por el consumo frecuente diario, se denomina erosión y es un fenómeno de desmineralización que no está vinculado a la placa bacteriana y los microorganismos, así que el cepillado dental no contribuye a evitar el daño”, explicó Andrea Tanevitch.
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