Demasiado irregular, se quedó sin nada en Brasil

Tiago Palacios fue el mejor y Mansilla tuvo fallas en dos de los tres goles. Se refugió muy atrás al inicio, empató con valentía y perdió todo

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Por MARTIN MENDINUETA

@firmamendinueta

Buenas, regulares y malas componen la identidad colectiva de este León que dependerá de si mismo para clasificar a los octavos de final del torneo que más le entusiasma disputar.

Anoche empezó mal (demasiado atrás, refugiado en su campo y apostando todo a un contragolpe salvador), mejoró bastante en el segundo tiempo, cuando remontó un 0-2 que pintaba feo y luego no supo cuidar el punto tan valioso que estaba consiguiendo en Río de Janeiro.

Estudiantes fue fiel a la etapa de irregularidad que hoy transita tocando extremos emocionales. Lo del primer tiempo no convenció a nadie, facilitó la búsqueda ofensiva de Botafogo y se fue al descanso perdedor y preocupado.

Eduardo Domínguez demoró en hacer los cambios un cuarto de hora y fue un penal muy discutido a su favor el hecho que lo ayudó a construir su repunte. Con Tiago Palacios, la expresión genuina e inconfundible del potrero argentino en su máxima expresión, como estandarte y Matías Mansilla en el rol de villano involuntario, pasó de un empate 2 a 2 que hubiera sido muy celebrado, a una caída que no le permitirá tener un vuelo de regreso plagado de sonrisas.

ELIGIÓ REFUGIARSE ATRÁS Y, CERCA DEL FINAL, LE PROVOCARON EL DAÑO

Domínguez decidió posicionar a su equipo en campo propio y lo hizo hasta con cierta exageración. Metido muy atrás, apoyado en los rechazos de sus tres zagueros y liberando siempre a Eric Meza para que se transforme en un delantero más abierto por la banda derecha, el Pincha no tuvo peso en el mediocampo y lo pagó.

Además, José Sosa y Lucas Alario tuvieron muchos problemas para entrar en juego. Fueron dos hombres que quisieron y nunca pudieron ganar protagonismo en la trama del juego.

Quedó muy claro que Estudiantes no podía salir a jugar el complemento manteniendo todo lo que había ensayado desde el pitazo inicial. Tenía que adelantarse y. también. hacer cambios de algunos hombres.

Sin embargo, Domínguez mantuvo a los mismo once del equipo inicial y eso llamó mucho la atención.

VUELVE CON RATIFICACIONES Y VARIAS ARISTAS POR MEJORAR

Faltando una prueba por afrontar (será ante Carabobo en UNO), debe repasar y corregir cuestiones que resultaron nítidas.

José Sosa juega a otro ritmo (bastante más lento) y por eso le costó mucho el vértigo que impuso el dueño de casa.

Lucas Alario sigue sin encontrar movimientos naturales como para ensamblarse en la manera de atacar. Desentona cuando le cuesta dominar el balón y no consigue perfilarse bien para llevar adelante lo que pide la jugada.

Tiago Palacios forma parte, junto al Rusito y a Guido Carrillo, del trío de hombres esenciales. Su importancia es mayúscula, como su convicción para encarar teniendo confianza en que llegará al gol.

Eric Meza, siempre generoso en su ida y vuelta por la banda, es otro hombre clave. Todo el mundo sabe que Estudiantes ataca por derecha con él, pero les cuesta neutralizarlo.

No fue una buena noche y debe repasar la lección.

 

Estudiantes

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