Vínculos en juego: los dilemas de salir con la expareja de un amigo
Edición Impresa | 18 de Mayo de 2025 | 06:34

Salir con la expareja de un amigo o amiga suele ser uno de esos dilemas modernos que ponen a prueba los límites de la lealtad, los afectos y la interpretación de los códigos no escritos que regulan las relaciones humanas. Para algunos, es una traición imperdonable. Para otros, una decisión personal que no debería estar sujeta a mandatos externos.
Martín, un estudiantes de Contaduría de 29 años, cuenta que pasó de compartir cervezas con su mejor amigo a no tener noticias suyas en meses. “Después de que mi amigo Lucas y su novia Clara ‘cortaron’, ella y yo comenzamos a hablar más seguido. Con el tiempo desarrollamos una conexión especial y decidimos iniciar una relación. Aunque intentamos manejarlo con discreción, Lucas se enteró y se sintió profundamente herido. Se enojó y me tildó de ‘rompecódigos’”, relata.
Camila (32 años, community manager) se comportó distinto. Conoció a Javier gracias a su amiga Sofía, quien había salido con él apenas unos meses. “Cuando comenzamos a sentir algo más que amistad, hablé con mi amiga y, para mi sorpresa, ella me apoyó completamente”, explica.
Pero no todos los finales son felices. Lucía (empleada de comercio, 27 años) todavía arrastra el peso de una decisión que siente que le costó una amistad irrecuperable. “Empecé a salir con el exnovio de mi amiga Valeria sin consultarle antes. Cuando se enteró, se sintió traicionada y decidió alejarse de mí. Aunque intenté explicarle mis sentimientos, ella consideró que había cruzado una línea”, cuenta.
Diego (asesor inmobiliario, 41 años) tuvo que estar del otro lado del asunto. Su exnovia empezó a salir con uno de sus amigos más cercanos. “Al principio me sentí incómodo, no te voy a mentir”, confiesa. Pero dice que lo que marcó la diferencia fue el modo en que su amigo y su ex se acercaron a hablar con él. “Fueron honestos, me explicaron lo que sentían y me preguntaron si yo estaba bien con eso. Acordamos ciertos límites, como no hablar de su relación en mi presencia, y eso ayudó a que pudiera aceptarlo con el tiempo”, relata.
Natalia (abogada, 54 años) también destaca el valor de la honestidad. Su amiga Laura le confesó que estaba interesada en su exnovio, y aunque al principio le costó digerirlo, terminó agradeciendo la franqueza. “Le dije que si realmente sentía algo por él, no tenía problema en que salieran. Su sinceridad evitó malentendidos y fortaleció nuestra confianza mutua”, cuenta.
Andrés (sociólogo de 28 años) cree que muchas veces se exagera con estos códigos de conducta. “En mi grupo de amigos siempre hemos creído que el amor no se puede controlar. Cuando comencé a salir con la exnovia de un amigo, él me dijo que mientras yo fuera feliz y la tratara bien, no tenía objeciones. Me di cuenta de que, para algunas personas, los códigos sociales pueden ser más flexibles de lo que pensamos”, afirma.
Finalmente, Valentina (32 años, desempleada), resume una postura que aparece como común denominador entre quienes lograron sobrellevar este tipo de situaciones sin destruir amistades. “Antes de iniciar una relación con el exnovio de mi amiga, decidí hablar con ella. Le expliqué mis sentimientos y le aseguré que no quería lastimarla. Aunque al principio fue difícil para ambas, nuestra conversación abierta permitió que ella procesara la situación y, eventualmente, aceptara nuestra relación”, dice.
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