El Santo le trajo más problemas al Cervecero
| 27 de Mayo de 2025 | 09:00

El Quilmes Atlético Club sufrió una dura derrota por 2 a 1 ante San Martín de Tucumán en el Estadio Centenario, un resultado que lo dejó afuera del reducido.
El Cervecero había mostrado un buen desempeño en la primera mitad, pero se desmoronó en el complemento, sucumbiendo ante dos notables goles del equipo tucumano. El juvenil Jano Coronel abrió el marcador para Quilmes, mientras que Juan Ezequiel Cuevas y Jesús Soraire, este último ingresado desde el banco, anotaron para los rojiblancos.
Quilmes tomó la iniciativa en los primeros minutos del encuentro, generando varias oportunidades claras. Emanuel Herrera tuvo dos fuertes remates cruzados que fueron atajados por el arquero Darío Sand, quien también contuvo intentos de Gabriel Aranda y Marcos Roseti. Sin embargo, a los 20 minutos, una sorpresiva aparición de Cuevas obligó a Esteban Glellel a desviar un tiro cruzado con el pie, al estilo "Dibu" Martínez, para enviar el balón al córner.
El equipo local continuó aprovechando el sector derecho, con Camilo Machado actuando por momentos como enganche. Una habilitación suya a Coronel terminó en un remate fuerte que Sand controló en dos tiempos. A los 28 minutos, Herrera rompió el offside y quedó solo frente al arquero de San Martín, pero una jugada de más le permitió a la defensa tucumana recuperar el balón, en una oportunidad increíblemente desperdiciada. El gol de Coronel llegó en la última jugada de la primera mitad, tras un barullo en el área, el juvenil apareció solo por derecha y remató con potencia para poner el 1 a 0 parcial.
El complemento comenzó con un golazo de Cuevas, quien superó a Glellel con un remate por encima del arquero. El empate dejó aturdido a Quilmes, mientras San Martín tuvo una chance clarísima con un remate de Juan Cruz Esquivel que pegó en el travesaño, luego de eludir a Aranda e Iván Ramírez. A partir de ese momento, el partido entró en una fase confusa, con un Quilmes sin ideas y un San Martín con poca intención de contraatacar. No obstante, tras otro fortísimo remate de Esquivel al travesaño, Soraire fusiló a Glellel sin marca, poniendo el 1-2 definitivo. Este gol desató una catarata de insultos por parte del público, sin distinción de jugadores.
Un centro del ingresado Mariano Miño fue cabeceado por otro suplente, Juan Capano, pero Darío Sand se lució una vez más. El resto del partido fue una maraña de camisetas negras que repelieron cualquier intento de Quilmes por aproximarse al área. El resultado fue justo, ya que San Martín buscó el triunfo con mayor claridad y remates al arco.
Quilmes, por su parte, tuvo un primer tiempo donde, de cuatro ocasiones, solo logró convertir una. Sin embargo, en la segunda mitad, mostró una notoria falta de ideas y de ganas. Cansino y sin reacción, se llevó la reprobación del público, que insultó y cantó contra la dirigencia y los futbolistas.
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