Llegaba a su casa, lo encañonaron y le sacaron su herramienta de trabajo

Una noche que prometía ser tranquila se tornó en pesadilla para una familia de la zona de 153 y 35 bis. Un violento robo con la modalidad conocida como entradera ensombreció los planes de compartir, como todas las noches, la cena familiar. El hecho ocurrió alrededor de las 22:00 horas del jueves, cuando el dueño de casa regresaba a su domicilio a bordo de su camioneta y fue abordado por delincuentes armados que actuaron con rapidez y frialdad.

Según trascendió, todo comenzó cuando estacionó frente a su vivienda y descendió del vehículo para abrir el portón de entrada. En ese momento, dejó las llaves colocadas, aunque la camioneta permanecía apagada. Su hijo salió a ayudarlo con la intención de ingresar el vehículo al garaje. Pero lo que siguió fue una escena digna de una película de acción.

Apenas se acercó a la camioneta, el joven fue sorprendido por tres delincuentes que llegaron en una moto de gran porte. Uno de los acompañantes descendió del rodado, lo apuntó directamente con un arma de fuego y, ante la amenaza inminente, optó por no ofrecer resistencia. En cuestión de segundos, el asaltante subió a la camioneta, le dio arranque y huyó a toda velocidad, escoltado por sus cómplices que se desplazaban en la motocicleta.

La oscuridad reinante en la zona complicó aún más la situación: los delincuentes estaban encapuchados y no fue posible distinguir sus rasgos faciales. Todo ocurrió en un abrir y cerrar de ojos.

Según pudo saber este diario, tras el robo el damnificado intentó seguir a los ladrones en otro vehículo pero no pudo con la habilidad de estos hampones que, en pocos segundos le sacaron varios metros de distancia y se perdieron entre las calles de la zona.

La camioneta sustraída tenía caja descubierta y transportaba una gran cantidad de cajones de madera vacíos, utilizados para el trabajo diario de la familia. El golpe no solo significó la pérdida del vehículo, sino también un duro revés emocional y económico.