Le desvalijan la casa a una veterinaria mientras estaba salvando mascotas

Una vecina de la zona de plaza Rocha vivió ayer una escena digna de una película de suspenso al regresar de su guardia en una clínica veterinaria ubicada en Ensenada. Eran las 11 de la mañana cuando, al llegar a su domicilio en calle 4 entre 61 y 62, notó algo extraño en la cerradura de su departamento: su propia llave no encajaba.

Al acercarse para intentar ingresar, algo blanco le llamó la atención desde el interior de la cerradura. Inquieta por la inusual obstrucción, decidió acudir a su vecina, a quien le comentó la situación. Ambas, desconcertadas, resolvieron dar aviso a la Policía.

A los pocos minutos, personal policial se hizo presente en el lugar y, tras realizar maniobras sobre la cerradura, lograron destrabar el objeto.

La sorpresa fue mayor al descubrir que el obstáculo era, en realidad, la propia llave de la puerta que la víctima guarda en su llavero, embadurnada con pasta dental, presumiblemente para dificultar el acceso y disimular el hecho delictivo.

Una vez adentro, el panorama fue devastador: el departamento estaba completamente revuelto, con objetos personales tirados por el suelo. Entre los primeros faltantes constatados, la mujer denunció el robo de una suma considerable de dinero en efectivo, alrededor de cien mil pesos argentinos. Por el momento, no pudo determinar si había más pertenencias robadas, ya que prefirió no tocar nada hasta que se realizara el peritaje correspondiente.

Lo más llamativo del caso es que los delincuentes, a pesar de haber revisado cada rincón del hogar, dejaron en el lugar varios objetos de valor como una computadora que estaba sobre la mesa, una bicicleta tipo todo terreno y una cámara fotográfica con lente, la cual fue encontrada tirada en el suelo. Esta situación sugiere que los autores del hecho actuaron con prisa o tenían un objetivo puntual.

Además, el ventanal del balcón se encontraba abierto, lo que lleva a presumir que los delincuentes ingresaron al departamento por ese acceso, aprovechando la ausencia de la propietaria y la vulnerabilidad del domicilio.