Complejidades en la pareja: encontrar el equilibrio entre amistades, celos y vida social
Edición Impresa | 4 de Mayo de 2025 | 06:00

Las relaciones de pareja y matrimonio son territorios complejos, donde la confianza y la comunicación son clave para mantener un equilibrio saludable. Sin embargo, cuando surgen amistades que van más allá de lo afectivo, las tensiones pueden aparecer, poniendo en riesgo la estabilidad de la relación. Los celos, las diferencias en los tiempos dedicados a las amistades y el manejo de los espacios personales son solo algunos de los factores que contribuyen a estas crisis. ¿Cómo manejan las parejas estas situaciones sin que su vínculo se resienta? ¿Cómo equilibran su vida social con la necesidad de fortalecer su relación? Expertos en psicología, sociología y coaching ontológico brindan algunos consejos.
AMISTADES QUE CRUZAN LÍMITES
El hecho de que uno de los miembros de la pareja mantenga una relación afectiva cercana con un amigo o amiga puede resultar en un terreno conflictivo. Sin embargo, este tipo de situaciones no necesariamente implica una crisis. De hecho, “las parejas pueden ser perfectamente felices y saludables, incluso cuando ambos tienen amigos fuera del vínculo marital”, asegura un psicólogo especializado en relaciones de pareja. “El problema surge cuando no se establece una comunicación clara sobre los límites”, añade.
Los sociólogos también apuntan a la importancia de mantener un espacio para las amistades fuera del ámbito de la pareja. “Las relaciones afectivas externas no siempre significan un peligro para el matrimonio. El verdadero riesgo está en la falta de diálogo y en la incapacidad de los miembros de la pareja para expresar sus preocupaciones y sentimientos”, comentan. De hecho, las investigaciones sobre dinámicas de pareja revelan que los matrimonios más duraderos suelen ser aquellos en los que se respetan los espacios individuales y se comparten los intereses sociales.
Para evitar que las amistades fuera de la pareja se conviertan en una amenaza, los terapeutas recomiendan que ambos miembros del vínculo establezcan normas claras sobre lo que se considera apropiado en cuanto a la interacción con otras personas. “Hablar abiertamente sobre las expectativas y temores puede prevenir malentendidos. Es esencial que ambos estén en la misma página respecto a lo que cada uno considera aceptable”, afirman los psicólogos.
EL MANEJO DE LOS CELOS
Los celos, aunque naturales en algunas ocasiones, pueden convertirse en un veneno que corroe la relación si no se gestionan adecuadamente. Los coach ontológicos sugieren que los celos surgen muchas veces por inseguridades personales, y no tanto por el comportamiento del otro. “Cuando una persona se siente celosa, lo primero que debe hacer es reflexionar sobre su propia autoestima. Los celos no son necesariamente un reflejo de lo que está haciendo la pareja, sino de lo que la persona celosa percibe sobre sí misma”, explica un coach ontológico.
Además, los psicólogos afirman que uno de los principales errores que cometen las parejas al lidiar con los celos es no comunicarse de manera abierta y honesta. “Los celos se convierten en un problema cuando no se conversan. Evitar la confrontación solo empeora la situación, ya que los resentimientos crecen y las suposiciones surgen”, alertan.
El trabajo de la pareja es aprender a gestionar estos sentimientos y no dar lugar a los celos
De acuerdo con los terapeutas, el trabajo de la pareja es, entonces, aprender a gestionar estos sentimientos y no permitir que los celos se apoderen de la relación. “La clave está en tener confianza en el otro, pero también en uno mismo. Fomentar la autonomía de cada miembro y fortalecer la comunicación sobre cómo se siente el otro ante determinadas situaciones es esencial”, concluyen.
EQUILIBRAR LA VIDA SOCIAL: UN ACTO DE ARMONÍA
En las parejas y matrimonios modernos, un tema recurrente es cómo equilibrar la vida social de cada miembro sin que esto interfiera en el tiempo de calidad compartido. “En muchos casos, uno de los miembros de la pareja puede sentirse relegado o abandonado debido a la vida social activa del otro”, explica un sociólogo especializado en relaciones interpersonales. “El desafío está en encontrar un balance en el que ambos puedan satisfacer sus necesidades sociales y, al mismo tiempo, fortalecer su vínculo como pareja”.
Los sociólogos insisten en que este equilibrio no debe ser una carga, sino un ejercicio consciente de organización del tiempo. “No se trata de limitar las actividades sociales, sino de gestionarlas de forma que no se pierda el espacio de conexión emocional con la pareja”, comentan. Para ello, los psicólogos recomiendan planificar juntos las actividades sociales, estableciendo tiempos dedicados a amigos, familiares y momentos exclusivos para la pareja.
En este sentido, los coach ontológicos también subrayan la importancia de la planificación en la vida social de la pareja. “Es clave que ambos miembros del vínculo participen activamente en la toma de decisiones sobre sus compromisos sociales, para que ninguno sienta que está sacrificando más que el otro”, afirman. “La clave está en la negociación y el respeto mutuo por los intereses de cada uno”.
Los enfrentamientos por celos y diferencias maritales pueden afectan las relaciones / Freepik
EL CAMINO HACIA UNA RELACIÓN SANA
Para los especialistas, la salud de una relación radica en la capacidad de las parejas para negociar, comunicar sus sentimientos y establecer límites que no solo resguarden el vínculo amoroso, sino también el crecimiento individual. “Las relaciones exitosas no son aquellas que no enfrentan dificultades, sino aquellas en las que los miembros logran navegar juntos los desafíos”, concluyen.
De esta forma, manejar las amistades fuera de la pareja, controlar los celos y equilibrar la vida social son elementos fundamentales para evitar que las parejas y matrimonios caigan en crisis. El diálogo, la empatía y la gestión consciente del tiempo compartido son, sin duda, las herramientas más poderosas para construir relaciones estables y duraderas.
1 Comunicación sin tabúes ni restricciones: hablar sinceramente sobre límites y preocupaciones previene malentendidos y fortalece la confianza.
2 Gestionar las insatisfacciones: reflexionar sobre las inseguridades personales y no culpar al otro es clave para evitar conflictos innecesarios.
3 Establecer normas claras: definir juntos lo que es aceptable en cuanto a amistades y comportamientos externos resguarda la relación.
4 Planificar la vida social: organizar actividades conjuntas y equilibrar los compromisos sociales para no descuidar el tiempo en pareja.
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