El gol de Garayalde desactivó una bomba en Gimnasia
Edición Impresa | 5 de Mayo de 2025 | 04:49

Facundo Aché
fache@eldia.com
El grito de Nicolás Garayalde sobre la hora, lejos de descomprimir la olla a presión que fue la tarde del Bosque, fue el catalizador del descontento de los hinchas triperos hacia la dirigencia encabezada por Mariano Cowen y el entrenador Diego Flores. La victoria tras ocho fechas fue un desahogo pero de ninguna manera oculta el fracaso en este primer semestre del año que encontró al Lobo fuera de los playoff del Torneo Apertura.
Es que, a esta altura, el tema no pasa por un nuevo fracaso futbolístico en un torneo corto ni por la mediocridad de los últimos años en los que Gimnasia no pudo realizar una buena campaña. Con los ocho partidos sin perder reapareció la palabra tan temida, “descenso”, que en 2023 estuvo a un gol de Colazo o un manotazo de Insfrán de convertirse en realidad. Los hinchas, que recuerdan las salvaciones de 2009 y 2010, recuerdan el final de la historia en 2011 y no quieren repetir una película.
Por eso, el triunfo, más allá de la bronca, fue muy festejado por los hinchas. Aldosivi goleaba a San Juan y el Lobo quedaba igualado con Talleres, que está en una posición irreal para su poderío. Por eso, el triunfo sobre la hora sirvió para un receso sin estar en zona de descenso y para la toma de decisiones necesarias, con un proceso que fracasó desde lo deportivo y que tiene en Diego Flores a un entrenador muy cuestionado. Demasiado, como para ser piloto de tormentas y que aguante un par de resultados negativos en el inicio del próximo campeonato, al que arriba sin espaldas y con un proceso muy deteriorado por la falta de resultados.
Al minuto nomás brotó el canto de los cuatro costados de la cancha: “Qué se vayan todos, que no quede ni uno solo”. Más allá de que Platense merodeó el área tripera, la explosión fue una señal de hartazgo de los hinchas triperos.
El Calamar tuvo la primera chance con un disparo de media distancia de Tomás Silva que se fue sobre el travesaño. Gimnasia respondió con una entrada de Alejandro Piedrahíta que remató desde la derecha y exigió a Juan Pablo Cozzani, que rechazó al córner de modo poco ortodoxo tras el pique de la pelota.
Gimnasia dominó pero con centros intrascendentes y sin profundidad. En una contra, Augusto Lotti desbordó y envío el centro desde la derecha para el control de Franco Zapiola que le dió tiempo para achicar al Mono Insfrán, que rechazó el disparo del volante Calamar.
El Lobo mostró lo mejor en sus delanteros. El colombiano Piedrahíta tuvo otra chance de derecha y su remate se desvió apenas en un defensor visitante y pegó en el travesaño para salir al tiro de esquina. Nelson Insfrán volvió a salvar al Lobo ante un remate de Augusto Lotti, que lo fusiló desde la puerta del área pero su remate salió al medio del arco donde estaba bien afirmado el formoseño.
Un desborde de Alejandro Piedrahíta que terminó con un buscapié que no encontró a Castillo y un remate de media distancia de Facundo Di Biasi que se fue sobre el horizontal generaron los primeros aplausos triperos en la tarde del Bosque.
En la última del primer tiempo, Lotti se perdió una chance clara con una pifia cuando estaba solo dentro del área con la defensa mal parada luego del rechazo anterior.
En el complemento el nivel del juego fue muy flojo, aún peor que en una primera parte sin grandes luces. Después de los primeros 10 minutos, nuevamente fue creciendo el descontento de los hinchas mens sana. Un equipo sin manejo del juego y sin profundidad fueron las señas particulares -otra vez- del equipo dirigido por Flores.
Platense llegó con un remate de Zapiola que Insfrán atajó contra su caño derecho. El colombiano Piedrahíta, el mejor del Lobo, tuvo otro buen remate que atajó Cozzani. El venezolano Hurtado no alcanzó un centro desde la derecha de Pintado, en un desborda bien pensado y mal ejecutado, ya que más atrás entraba Bautista Merlini para el remate franco
Insfrán sacó una mano bárbara desde atrás para enviar al córner un cabezazo de pique al piso de Ronaldo Martínez, que apareció y ganó por el segundo palo.
Un cabezazo de Matías Melluso por arriba del travesaño fue una de las pocas llegadas del Lobo en medio del clima tenso que acompañó al equipo, con gritos contra la Comisión Directiva y pedidos de renuncia a Diego Flores. A esa altura, ya estaban en la cancha Nicolás Garayalde, Santiago Villarreal e Ivo Mammini en una búsqueda extraña del cuerpo técnico que mantuvo la línea de cuatro defensores con Di Biasi como compañero de zaga de Leonardo Morales.
Gimnasia buscó con muchísimas ganas, con vergüenza, voluntad y nerviosismo, aún exponiéndose a las contras de Platense. Y en el enésimo tiro de esquina de un Lobo que no jugó bien, Nicolás Garayalde ganó de cabeza y convirtió el gol de la victoria contra el caño izquierdo de Cozzani. Hubo mezcla de festejo y desahogo que inmediatamente tuvo el grito de “Andate Cowen” dirigido al presidente albiazul.
Al minuto los hinchas explotaron al grito de “Que se vayan todos, que no quede ni uno solo”
Nicolás Garayalde entró en lugar de Suso y convirtió de cabeza el gol del triunfo ante Platense
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