La plaza de San Pedro se rindió ante su nuevo Sumo Pontífice

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En su país y en el Vaticano, peruanos celebró la elección del Papa como una victoria. Una pareja que pasaba por la plaza de San Pedro se fundió en un abrazo con un grupo al que no conocían pero reconocieron la bandera peruana amarrada en el cuello de uno de ellos.

“Vamos a felicitarnos”, dijo Rafael Aguilar a Tania Oré. “Estoy bendita”, respondió ella y agregó: “Es algo que nos pasará una vez en la vida”.

“Vamos a tener un papa que se ensucia los zapatos”, vaticinó Aguilar, un empresario de 55 años originario de Lima. Robert Francis Prevost nació en Estados Unidos hace 69 años, pero también tiene la nacionalidad peruana tras un amplio trabajo misionero en ese país.

“Su trabajo ha sido estrictamente de un compromiso con esta zona de Chiclayo (...) es un papa que entiende la pobreza, entiende al agustino y a la Iglesia”, agregó Aguilar.

En paralelo, a pocos metros retumba un “Iu, Es, Ei” (U.S.A) continuado típico en Juegos Olímpicos y campañas políticas, pero desconocido en el Vaticano. Los estadounidenses también celebraban a su primer papa.

Matthew Woods, un seminarista de 22 años, festejó la elección envuelto en la bandera norteamericana y a hombros de un compañero. Sus gritos y festejos se parecen más a una celebración adolescente, pero era por la emoción de ser testigo directo esta inédita nominación.

“Dijeron que nunca habría un papa de Estados Unidos y acá estamos”, expresó con orgullo el joven seminarista.

Por su parte Alfredo Mora un sacerdote peruano de 41 años que trabaja en Piura, muy cerca de Chiclayo a donde vivió Prevost, aseguró: “Es un obispo muy cercano y que tiene muy en cuenta la doctrina”.

A Mora la elección del nuevo papa lo encontró en Roma por “las cositas de Dios”, manifestó. Es que el viajo hasta allí por la canonización suspendida de Carlo Acutis, el primer santo milenial, y terminó siendo testigo de la elección de su compatriota.

 

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