Las cafeterías “al paso” ganan lugar en la Ciudad

La venta de café “al paso” o para llevar se consolidó y la propuesta gastronómica continúa expandiéndose en la Ciudad con nuevas “ventanas”, en las que se despachan café y productos de pastelería bajo la modalidad de tipo “take way”.

La oferta está dirigida a brindar rapidez a aquellos clientes que por diversos motivos no disponen del tiempo necesario para disfrutar de un café en el local.

En las calles del casco urbano, ya son parte distintiva de la fachada urbana. Se montan en pequeños locales o en las mismas cafeterías tradicionales, que también incorporaron esta propuesta para sus clientes.

En la zona de 15 y 40, una cafetería con historia en el sector local, sumó esta modalidad, a la que denominó “Ventana al paso”.

“El negocio funciona desde hace 65 años. Como se fueron abriendo tantas cafeterías, el consumo de café volvió a tomar fuerza nuevamente y hace unos tres años se instaló la ventana al paso”, contó Alan Duo, empleado del lugar. “Fue algo innovador que se pudo lograr que funcionara muy bien y a la gente le gusta”, añadió.

En este local se ofrece a los clientes distintos tipos de café, expreso, con leche, frío, entre otras alternativas, y en diferentes tamaños de vasos.

Además, ante el creciente auge de esta modalidad de consumo, los clientes tienen la opción de adquirir vasos reutilizables y utilizarlo cada vez que realizan una compra. Duo explicó que “la gente lo compra por única vez y lo rellena con la amplia cartilla de variedad de café que tenemos. Todo cuesta 9 mil pesos. Volver a cargarlo entre 3.500 y 5.000 pesos, según la especialidad”.

Previo a la implementación de esta iniciativa, el empleado contó que, antes, en el local había una máquina expendedora con café propio de la tienda y cuando los clientes esperaban su pedido se tomaban un café.

El mayor movimiento se concentra por la mañana y también en horas de la tarde con la merienda. “Cuando abrimos la gente que va al trabajo o a la universidad pasa y se los ve con los vasos reutilizables”, comentó Duo sobre la postal que se suele visualizar desde que se sumaron al boom del “café al paso”.

En las calles del Centro la tendencia se repite. Las “ventanillas” de expendio ya forman parte del paisaje local.

En 51 entre 4 y 5, Keila se encarga de la parte de pastelería y Florencia es barista. Ambas atienden un pequeño local de “café al paso”, que abrió sus puertas a principio de año y donde los clientes tienen la opción de permanecer en el lugar.

“Hay momentos en que no me dan las manos. El que compra un café se lleva algo para comer un roll de canela, un croissant, entre otras opciones que tenemos”, explicó Florencia.

La tendencia de la venta de café para llevar, se la relaciona con el cambió que se registra en la sociedad. “Antes la gente tenía tiempo y paciencia. Por eso, para la sociedad acelerada en la que estamos el “take way” es una ayuda.

A pocas cuadras, en 50 entre 4 y 50, se dio la tendencia inversa: los clientes solicitaron a una tienda de venta de cubanitos que se incluya en el menú “el cafecito”, explicó Soledad, empleada del local.

Martín Ranea, presidente de la Asociación de Amigos de la Calle 12 y referente del sector gastronómico explicó que la tendencia lleva entre dos y tres años en la Ciudad. Consideró que está impulsado por la juventud y “una creencia de una vida más saludable” que ya no incluye sólo al “bar” como punto de encuentro y se extiende, por ejemplo, a las plazas.