El agro frente al salto digital: “Es el sector donde menos ingresó la tecnología”

En el Día del Inversor, ADBlick reunió a expertos para analizar cómo avanzar en una transformación tecnológica que exige integración, financiamiento y un cambio cultural profundo

En un contexto en el que la inteligencia artificial y la digitalización avanzan de forma acelerada, el agro aún mantiene una deuda pendiente. Así se desprende de la última edición del Día del Inversor, un encuentro organizado por ADBlick que reunió a referentes del sector para discutir sobre innovación, inteligencia artificial y el futuro digital de una industria clave en la economía regional.

Participaron Santiago del Carril, gerente general de ADBlick Granos; Pablo Poza, consultor con más de 30 años de experiencia en tecnología y profesor del IAE; y Juan Pablo Trujillo, economista colombiano, socio de Xperiment Ventures, Divergent Investments y cofundador de Pampa Capital.

“La tecnología comienza a irrumpir de forma decidida, pero el agro aún está rezagado en términos de transformación digital”, señaló José Demicheli, CEO y fundador de ADBlick Agro. Y agregó: “Vemos que el agro, si analizamos por clusters, es el sector donde menos ingresó la tecnología digital. A pesar del crecimiento de las AgTechs y los fondos de inversión, todavía hay un largo camino por recorrer”.

La conversación giró también en torno al ecosistema emprendedor y su vínculo con el sector agropecuario. Se analizaron las distintas etapas del financiamiento de startups, desde los primeros aportes de familiares y amigos hasta el ingreso del capital de riesgo. “Argentina y la región tienen una deuda pendiente en el salto que va del angel investment al venture capital. Allí aparece el rol de fondos como Xperiment Ventures, liderado por Juan Pablo Trujillo, que invierten en startups del agro con tickets de hasta 300 mil dólares”, explicó Demicheli.
Desde su experiencia personal, Santiago del Carril compartió su recorrido entre grandes empresas del agro y su incursión en el mundo cripto a través de AgroToken.

“Empezamos AgroToken en plena pandemia. Eso nos permitió aprender sobre blockchain y darnos cuenta de su enorme potencial para pensar el agro de forma más eficiente y estructurada”, recordó.

Actualmente, ADBlick Granos avanza en su proceso de digitalización con más de 170 campos ambientados digitalmente en tres zonas por lote. “Hoy tenemos toda la información productiva de las últimas 16 campañas digitalizada, lo que nos permite una gestión precisa y eficiente de los recursos y apoyarnos en los datos para la toma de decisión”, detalló Del Carril. También subrayó que el objetivo es integrar todos esos datos en una sola plataforma con certificaciones de calidad, trazabilidad y sustentabilidad. “Estamos convencidos de que esa será una ventaja competitiva en los próximos años”.

Para eso, insistió en la necesidad de plataformas interoperables: “Queremos que el día de mañana, ante cualquier requerimiento de un comprador, podamos tener toda la información disponible en tiempo real y validada, sin ninguna duda sobre su veracidad”.

Juan Pablo Trujillo, por su parte, destacó que la clave no está solo en la herramienta tecnológica, sino en cómo se integra a los modelos de negocio y los procesos productivos. “Tecnología no es lo mismo que innovación. La tecnología es apenas una herramienta dentro de un proceso más amplio que requiere ser adoptado, implementado y escalado para que realmente tenga impacto”, afirmó.

Según Trujillo, los procesos de adopción tecnológica responden a un patrón común: “primero hay una etapa de entusiasmo, después viene la desilusión y luego la corrección. Recién ahí empieza a generarse valor real, y ese valor se mide en productividad”. También señaló que la verdadera transformación ocurre cuando cambian las infraestructuras, los sistemas y la lógica misma del negocio: “Una cuarta parte del PBI mundial ya está digitalizado, pero el agro, la salud y otras industrias más intensivas en capital recién están empezando. El gran desafío está en cómo fusionamos el mundo material con el digital”.

La inteligencia artificial fue otro eje clave del encuentro. Pablo Poza explicó que hoy el verdadero salto está en el uso estratégico de los datos. “No viene a hacer las cosas un 10% mejor. Viene a romper el status quo. Nos permite hacer cosas que antes no podíamos hacer”, aseguró. Pero advirtió: “Sin datos, no hay magia. No importa lo bueno que sea el algoritmo: sin datos, no va a pasar nada”.

Poza remarcó que los datos deben gestionarse como un activo estratégico, igual que el talento o el capital. “El Chief Data Officer debería ser una figura clave en cualquier organización, como el CFO lo es para las finanzas”, sostuvo. Además, recordó que la implementación de IA no es simplemente una cuestión técnica. “Esto no es como antes, cuando uno licitaba, compraba una licencia y listo. Hoy se trata de un proceso, y el mayor desafío no es técnico, es directivo”.

El 70% del esfuerzo en un proyecto de inteligencia artificial, según explicó, se destina a preparar y organizar los datos. “El resto es la magia del algoritmo. Pero sin ese 70%, no hay nada”. También mencionó que la velocidad de adopción tecnológica es inédita: “ChatGPT tardó cinco días en llegar a un millón de usuarios. Esto va muy rápido, y hay que entender en qué parte del ciclo está cada industria para no quedarse atrás”.

Hacia el cierre, los especialistas coincidieron en que la transformación digital del agro no se limita a digitalizar procesos, sino que implica redefinir cómo se trabaja, cómo se toman decisiones y cómo se generan ventajas competitivas. “Tenemos tecnología de dioses, instituciones medievales y cerebros del paleolítico”, lanzó Trujillo. “La transformación tecnológica del agro es también una transformación de mentalidad”.

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