Pablo Alarcón confesó que dejó su muerte organizada: el actor de 78 años estuvo en terapia intensiva durante tres meses
| 5 de Junio de 2025 | 08:05

A los 78 años y tras haber estado con un cuadro de salud muy delicado, Pablo Alarcón contó con lujo de detalles la dura batalla que dio para no irse de este plano. Así, el ex marido de Claribel Medina relató qué les pidió a sus hijas Antonela y Agostina.
"Ahora estoy muy bien, gracias a Dios. Estoy bien, cuidándome, haciendo gimnasia y llevando una vida normal. Camino mucho, como bien. Ya está, ya pasó. Estoy mejor que antes y tengo más energía que antes", aseguró el actor, al tiempo que agregó: "Estuve en terapia más de tres meses. Más otros tres meses de recuperación. Me operaron a corazón abierto. Tenía una válvula obstruida y neumonía. Entré a la clínica con neumonía y me internaron por eso. Ahí descubrieron que tenía una válvula obstruida. Hice un infarto, esperaron a que se fuera de la neumonía y cuando se fue, me cambiaron una válvula y me pusieron un by pass. Una vez curado, me ligué una infección intrahospitalaria. Pensé que me moría", confesó Alarcón.
"De verdad, lo sentí y dejé todo escrito: “No quiero velatorio ni flores ni gente ni ninguna adoración a mis restos”. Cuando voy a la peluquería y me cortan el pelo, no pido que me den el pelo para llevármelo para llorar. Corten y tiren todo. Entonces, cuando termine mi vida en este plano quiero que tiren lo que queda en cualquier lado, no quiero que hagan nada".
Asimismo, Pablo relató:" Mis seres queridos estaban ahí conmigo así que no necesitaba más nada. Estaban mis hijas, Claribel, mis amigos, estaban todos conmigo. Y ya me estaban despidiendo. El tema central eran mis hijas y dejé todo escrito: “La casa es de las dos, no se peleen y el coche véndanlo. Cuiden a los perros y a mis cenizas, quémenlas. Y basta, se acabó. A otra cosa mariposa”. No quiero lágrimas. Realmente pensé que se estaba terminando mi vida, sentí pena por los que quedaban acá. Me hubiera gustado despedirme de mis perros, que los amo y quedarme un tiempo más acá porque a mí me gusta la vida. Sí, claro, me gusta la vida y no tengo quejas. Pero si llegó la hora, llegó la hora y basta, se acabó. No hay que apegarse a las cosas, reflexionó el actor.
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