Al cierre del horario comercial, una terrible emboscada delictiva

La víctima fue interceptada por dos ladrones armados al salir de su trabajo. La obligaron a reingresar al local y entregar el dinero

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Una escena de extrema tensión y dramatismo se vivió en las últimas horas en la periferia platense, donde una mujer fue sorprendida por dos delincuentes armados que la emboscaron al momento de retirarse del comercio en el que trabaja.

El brutal episodio ocurrió frente al local “Semillas Noviello”, una casa de ventas de agroinsumos ubicada en Ruta 36 y 47, donde la víctima se preparaba para volver a su domicilio.

En medio de la penumbra, alcanzó a escuchar unos pasos que se acercaban sigilosamente. En cuestión de segundos, su rutina se transformó en una pesadilla de angustia, amenazas y violencia.

La mujer apenas alcanzó a detectar que un sujeto vestido con ropa oscura y el rostro semicubierto avanzaba directo hacia ella, dejando al descubierto apenas la nariz y los ojos. Comprendiendo el peligro, intentó subirse de inmediato a su camioneta. Pero el agresor fue más rápido.

Logró abrir la puerta del conductor antes de que pudiera cerrarla y, encañonándola con un arma de fuego, la obligó a desplazarse hacia el asiento del acompañante. Presa del miedo, la víctima obedeció, sabiendo que cada movimiento podía costarle la vida. El atacante no estaba solo.

Segundos más tarde, otro delincuente se metió por la puerta trasera del vehículo y comenzó a revolver con violencia el interior, mientras vociferaba que le entregara todo el dinero. Le abrió la mochila, la vació sobre el asiento y revisó cada rincón con desesperación.

Al no hallar lo que buscaban, la situación escaló: le exigieron la llave del local. Sin posibilidad de resistirse y con la certeza de que podía ser aún peor, entregó las llaves. Fue entonces cuando comenzaron a ejecutar un plan frío y calculado: la forzaron a reingresar con ellos al negocio ya cerrado, en plena noche.

La víctima, paralizada por el miedo, debió acceder a abrir la puerta del comercio mientras uno de los ladrones vigilaba cada uno de sus movimientos. Una vez dentro, bajo la amenaza constante del arma, fue llevada hasta la caja registradora y obligada a entregar todo el efectivo disponible.

El local, que minutos antes era solo un punto de trabajo cotidiano, se había transformado en el escenario de un robo cinematográfico, donde cada segundo parecía eterno. Tras hacerse con el botín, los delincuentes escaparon en la camioneta de la víctima, dejándola sola y aterrorizada.

Todavía en estado de shock, la mujer logró contactar a su pareja quien se dirigió de inmediato a la comisaría más cercana y activó el rastreador satelital del vehículo. La señal indicaba que la camioneta había sido abandonada en Ruta 36 y 529, no muy lejos del lugar del asalto.

Al llegar al punto, comprobaron que el rodado estaba sin la llave de encendido, con la mochila de la víctima saqueada y el dinero sustraído. Aunque la mujer no resultó herida físicamente, el impacto emocional fue profundo y devastador.

Las autoridades policiales trabajan sobre la hipótesis de un robo planificado, posiblemente ejecutado por delincuentes que venían vigilando los movimientos del local y de su personal desde hacía varios días.

La precisión del ataque, el conocimiento del lugar y la mecánica del hecho revelan un accionar premeditado. Por estas horas se analizan cámaras de seguridad para dar con los responsables. El caso encendió las alarmas entre comerciantes de la zona, que advierten sobre un crecimiento en los robos y exigen más seguridad para poder trabajar y cerrar sus locales sin miedo.

 

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