Los cinco parques nacionales que tenés que visitar este invierno
Edición Impresa | 20 de Julio de 2025 | 07:06

A contramano de las multitudes que cada año se concentran en los puntos turísticos más tradicionales del país, hay un puñado de parques nacionales argentinos que permanecen casi en soledad. Lugares de una riqueza natural inmensa, con flora y fauna únicas, paisajes inhóspitos o selváticos, y una promesa: la experiencia de una naturaleza sin intermediarios, donde el silencio y la inmensidad son los verdaderos protagonistas. En total, son cinco los parques que cerraron 2023 con menos de 2.100 visitantes anuales, un número ínfimo si se lo compara con los más de 1,5 millones que visitaron las Cataratas del Iguazú, el parque más concurrido del país. Pero lejos de ser menos interesantes, estos destinos guardan algunos de los ecosistemas más valiosos, en estado casi prístino.
PARQUE NACIONAL SAN GUILLERMO
El que encabeza esta lista es el Parque Nacional San Guillermo, en San Juan, un escenario desértico a más de 3.500 metros sobre el nivel del mar, que apenas recibió 127 personas en todo el año pasado. Se trata de una extensión de casi 166 mil hectáreas de Puna, en la que sobreviven llamas, cóndores, suris y pumas. El parque se encuentra a 95 kilómetros de la localidad de Rodeo y su acceso no es sencillo: sólo se puede ingresar con vehículo 4x4 y guía habilitado. Es una travesía exigente, no apta para personas mayores ni para menores de 12 años, que requiere aclimatarse a la altura y destinar al menos tres días. Pero la recompensa está en circuitos como El Mirador o Los Caserones, donde la soledad del paisaje y el avistaje de fauna en libertad conforman una postal inolvidable.
PARQUE NACIONAL BARITÚ
En el extremo norte de Salta, el Parque Nacional Baritú se mantiene casi inalterado por su aislamiento geográfico. Se trata de un caso único: el único parque nacional al que se ingresa desde Bolivia, reingresando a la Argentina a través de la localidad salteña de Los Toldos. En sus 72 mil hectáreas se conservan las yungas o selva de montaña, una de las ecorregiones más diversas del país, donde pueden encontrarse yaguaretés, tapires, monos caí, osos hormigueros y una extensa variedad de aves. A pesar de sus atractivos, sólo 1.221 personas lo visitaron en 2023. Hay zonas de acampe agreste y senderos señalizados, pero no servicios ni proveedurías, por lo que es fundamental llevar provisiones. En verano, los caminos requieren sí o sí vehículos 4x4.
PARQUE NACIONAL COPO
En Santiago del Estero, el Parque Nacional Copo guarda las últimas muestras del monte chaqueño que una vez cubrió vastas regiones del norte argentino. Este parque, que protege 118 mil hectáreas del Chaco Seco, apenas fue recorrido por 168 visitantes durante 2023. Entre quebrachos, mistoles, algarrobos y palmeras carandillas, habitan tatúes carreta, pecaríes quimileros, osos hormigueros y gatos del pajonal. A pesar del calor agobiante del verano y los accesos de ripio que se tornan intransitables con las lluvias, se puede visitar durante todo el año, con base en localidades cercanas como Pampa de los Guanacos o Los Pirpintos. El parque dispone de zonas de acampe, aunque sin servicios, por lo que se recomienda llevar todo lo necesario.
PARQUE NACIONAL TRASLASIERRA
Más accesible pero igualmente desconocido es el Parque Nacional Traslasierra, en el noroeste de Córdoba. A pesar de estar enclavado en una de las provincias más turísticas del país, solo 294 personas lo visitaron en todo 2023. Creado en 2018, protege 44 mil hectáreas de Chaco Seco y bosque serrano, incluyendo fauna en peligro como la boa arcoíris chaqueña, la tortuga de tierra, el águila coronada y el pecarí chaqueño. Además, resguarda una de las últimas poblaciones de guanacos de Córdoba y una capilla del siglo XIX, testigo de la historia regional. Desde Mina Clavero se puede llegar por el pintoresco camino de los túneles, y desde la ciudad de Córdoba, la ruta provincial 28 lleva hasta el ingreso por la Portada Sur.
PARQUE NACIONAL PERITO MORENO
Por último, el Parque Nacional Perito Moreno, en Santa Cruz, a unos 550 km del más famoso glaciar del mismo nombre, recibió apenas 2.033 visitantes en todo el año pasado. Sus 142 mil hectáreas protegen paisajes de estepa y bosques patagónicos, con lagos turquesas, montañas nevadas y una red de más de 100 km de senderos que cruzan por 10 refugios, lagunas y miradores. Allí se pueden ver cóndores, águilas, flamencos, guanacos, zorros y, con mucha suerte, al huemul, el emblema del parque. Para ingresar es obligatorio registrarse previamente y reservar alojamiento en refugios o zonas de acampe. Se accede desde Gobernador Gregores o Perito Moreno por rutas de ripio.
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