La feroz interna en LLA: bandos y poder más allá de las listas

La pelea por el control del armado político del oficialismo enfrenta al círculo de Karina Milei, liderado por Martín y “Lule” Menem, con el asesor presidencial Santiago Caputo

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La pelea por el control político de La Libertad Avanza potenció una interna que se buscaba minimizar desde la Casa Rosada y terminó muy expuesta. La disputa enfrenta a dos figuras clave del oficialismo: Santiago Caputo, el asesor estrella y estratega digital del Presidente Javier Milei, y Karina Milei, la secretaria general de la Presidencia y principal armadora política del espacio. En el medio, el ala “territorial”, encabezada por Martín y Eduardo “Lule” Menem, gana terreno con el aval de “El Jefe”.

La fractura quedó expuesta con el cierre de listas para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre. Allí, el sector “celestial” —como se autodenominan los seguidores más puros de Milei, liderados por Caputo y su referente en la Provincia, Agustín Romo— fue desplazado de los lugares clave, y los cargos quedaron en manos del ala más orgánica de Karina, representada por los Menem y el operador bonaerense Sebastián Pareja.

El descontento se hizo sentir. Militantes libertarios salieron en redes a cuestionar el armado, lo que motivó un duro tuit de Karina Milei que ofició de mensaje disciplinador: “Acá no se viene a especular. Se viene a defender con uñas y dientes las ideas del Presidente. Y en esa batalla, la lealtad no es una opción: es una condición”, escribió la hermana del Presidente, dejando claro que cualquier crítica interna era, en los hechos, un ataque a Milei.

Desde el entorno de Caputo aclararon que el estratega presidencial no alentó las críticas y que el descontento fue “de abajo hacia arriba”. “Fueron los votantes más puros los que se sintieron defraudados”, señalaron cerca del asesor, en un intento de desmarcarlo de la polémica.

Pese a la tensión, en ambos campamentos repiten como mantra que no hay una ruptura real y que la relación entre Caputo y Karina sigue siendo funcional. “Javier los necesita a ambos y ambos son complementarios”, dicen en los pasillos de Balcarce 50. “Karina es el armado, Santiago la estrategia” pero...

Sin embargo, nadie niega que la relación entre Caputo y los Menem está rota. “Con ellos está todo podrido hace tiempo”, admiten en el primer piso de la Rosada. Desde ese sector apuntan a Pareja como un operador político al servicio de los riojanos, y lo ven como parte de un plan para desplazar a Caputo de las decisiones clave.

La intervención de Francos

Con el conflicto en ebullición, Guillermo Francos, jefe de Gabinete y figura moderadora, intervino para calmar las aguas. En las últimas 48 horas mantuvo reuniones por separado con Karina Milei y con Santiago Caputo, en un intento por restaurar la convivencia en la cúpula del poder libertario.

En paralelo, se habla de la creación de una mesa de coordinación política entre Karina, Caputo, Francos y el propio Presidente. Un gesto inédito que podría dejar atrás el “Triángulo de Hierro” que hasta ahora dominaba la toma de decisiones.

Mientras tanto, Karina Milei refuerza su liderazgo territorial: esta semana reunió a los 24 presidentes partidarios de La Libertad Avanza y difundió una imagen junto a Pareja, Martín Menem y sus referentes en CABA y Santa Fe. Fue una señal clara hacia adentro del espacio, destinada a consolidar su rol de jefa política del oficialismo.

La pulseada que viene

Pese al tono conciliador que algunos intentan instalar, el enfrentamiento de fondo —dicen en ambos bandos— no es por candidaturas, sino por espacios de poder y conducción política.

En el entorno de Caputo aseguran que el armado bonaerense está “complicado para ganar” y confían en que serán convocados para “profesionalizar” la campaña y blindar los votos necesarios para sostener los vetos presidenciales en el Congreso. “Santiago va a quedar reivindicado”, se envalentonan los celestiales.

Mientras tanto, Caputo guarda silencio. Fue visto en La Rural junto a su tío, el ministro Luis “Toto” Caputo, y se reunió con Francos en la Rosada. En público evita cualquier definición, pero en su entorno repiten una sola consigna: “Santiago sirve a los intereses del Presidente”. Por ahora, esa fidelidad es su mejor escudo.

 

 

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