City Bell, de la ropa al sabor: en 20 manzanas 40 bares y restoranes

La zona céntrica de la calle Cantilo y sus aledañas se consolidó como un circuito culinario. Desde platos tradicionales hasta cocina internacional. La transformación también impactó en el mercado inmobiliario

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En los últimos años, City Bell no sólo es reconocida por ser una localidad residencial entre arbolados y de ambiente tranquilo, sino también por su creciente desarrollo gastronómico, que sigue sumando locales con diversas propuestas culinarias. Según referentes del sector, la oferta actual se ha duplicado en comparación con sus inicios, una evolución que también se refleja por el movimiento del mercado inmobiliario local.

Cantilo es su calle principal y corazón del centro comercial. En apenas seis cuadras que conectan el Camino Centenario con la Plaza Belgrano, junto a sus calles transversales, se concentra la mayor parte de la oferta gastronómica, con más de 40 locales con diversas propuestas.

El circuito culinario citybellense divide en dos sectores. Sobre el Centenario predominan las parrillas tradicionales y los bodegones. En cambio, el centro y sus calles transversales concentran la mayor actividad y variedad de oferta.

Desde cafeterías de especialidad y pastelerías artesanales hasta comida rápida y hamburgueserías. También abundan los locales de sushi y comida asiática. Las cervecerías artesanales, bares y coctelería, siguen estando entre las opciones. La lista se completa con restaurantes y bistrós de autor; cocina internacional -peruana, italiana, española-, espacios de sabores tradicionales y vermutería, entre otras sugerencias.

Por lo general, abren sus puertas de martes a domingos. Pero, el mayor movimiento, se registra los fines de semana, incluido el día jueves.

La oferta de platos abarca una diversidad de sabores: desde carnes asadas y pastas caseras, hasta rollos de sushi en sus diferentes variedades, pizzas al horno de leña, minutas, hamburguesas gourmet e incluso ceviche.

Además, las propuestas se complementan con opciones saludables y menús especiales para personas celíacas y veganas.

Ariel Altamirano, secretario de Pulpa (Cámara de Empresarios Gastronómicos de La Plata y emprendedores dentro del sector), destacó la transformación del polo gastronómico, situado en la zona Norte, a 20 minutos del casco urbano de la Ciudad. “En los últimos diez años, todo cambió. Antes, predominaban los comercios de indumentaria y otros rubros, pero hoy la gastronomía se convirtió en el ancla principal”, señaló.

En relación a los primeros años consideró que la propuesta -medida en cantidad de locales- se duplicó. “Sobre todo, se inundó de cafeterías. La oferta cafetera es muy interesante, donde el café de especialidad es el gran protagonista”, comentó.

Respecto al funcionamiento de las distintas opciones, el referente del sector consideró que “es muy parejo y está fraccionado en distintos horarios”. Según analizó, “a la tarde dominan por completo las cafeterías. En la noche están los restaurantes, parrillas y algunas cervecerías que todavía quedan”.

El sector gastronómico es uno de los más afectados por la crisis económica, ya que en estos casos las salidas a comer suelen ser uno de los primeros gastos que los consumidores recortan.

Desde el rubro se calcula que en relación al año pasado la facturación se redujo un 35 por ciento.

Altamirano explicó que la actividad está en una situación compleja. “El valor del ticket final bajó y eso repercute en la facturación. No estamos ajenos a esta crisis. Igualmente, vamos para adelante con optimismo”, aseguró.

En este contexto, el gasto medio por cliente ronda los 15 mil pesos, al mediodía, y 25 mil pesos si se trata de una cena. Esta propuesta sólo incluye el plato principal. Con entrada y postre, el valor alcanza los 30 mil pesos.

“Para sostenerse hay que hacer muchas promociones y brindar diferentes opciones”, comentó el integrante de PULPA. Es por eso que en la mayoría de los locales ofrecen a sus clientes diferentes opciones como delivery o take away a través de distintas plataformas.

El mercado inmobiliario

Altamirano describió que después de la pandemia cambió mucho la dinámica en la zona. “City Bell ya tiene vida propia. Eso antes no sucedía. Además, con este cambio empezó a traccionar y se transformó en una atracción turística”, indicó.

Gisela Agostinelli, martillera en “Agostinelli Propiedades”, explicó que “ya sea para restaurantes como para cervecerías, es una zona muy buscada en el mercado”.

En cuanto al valor de los comercios indicó que varían según la ubicación, el metraje y las características.

El alquiler de un local de 100 metros cuadrados va de los 600 mil pesos a los 4 millones de pesos. Mientras, la compra del inmueble puede rondar entre los 40 mil y los 70 mil dólares. “Todo depende de las características de cada local en particular”, reiteró.

Hacia zona Norte
Una de las particularidades que presenta el polo gastronómico es que ahora los locales que inician su actividad en City Bell, terminan abriendo una sucursal en el casco urbano platense. También se da el caso inverso, donde parrillas tradicionales emigraron a esta localidad.

 

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