Hoy es la indagatoria por el femicidio de Berisso

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Finalmente, la indagatoria a Nicolás “Garrincha” Castro (30), imputado por el delito de “homicidio triplemente calificado por el vínculo, por mediar violencia de género y por el uso de arma de fuego”, a partir del violento suceso registrado el domingo en una vivienda de Berisso, donde perdió la vida su esposa Jésica Duarte, se tomará en el día de hoy en el hospital Mario Larraín, donde el hombre se encuentra internado luego de efectuarse un disparo debajo de la pera, que le atravesó la cabeza.

Lo decidió así la fiscal Cecilia Corfield, quien ayer tenía previsto cumplir con la audiencia que fija el artículo 308 del Código de Procedimiento Penal de la Provincia de Buenos Aires, aunque por razones que no trascendieron, reprogramó ese acto clave para la jornada de hoy, según refirieron fuentes del caso.

Se sabe que Castro, fuera de peligro, igual está convaleciente de una fractura de cráneo y un daño en el nervio óptico derecho.

Recordemos que tanto Castro como Duarte gozaban de una prisión morigerada con pulsera electrónica.

La foto de ambos con ese dispositivo electrónico generó mucha repercusión en las redes sociales, sobre todo por las declaraciones de amor que se profesaban.

El punto ahora por dilucidar para los pesquisas pasa por saber si existía algún grado de sumisión de ella hacia él y, si sus posteos eran forzados, al estar bajo amenaza de sufrir alguna represalia si se negaba a subirlos a sus plataformas virtuales.

Duarte tenía cinco hijos. Tres de ellos fruto de una misma relación de varios años atrás y después llegaron los dos restantes, de diferentes padres, entre ellos el de 7 años, que se convirtió en testigo del horror.

A contrario de lo indicado en la jornada del lunes, “el padre biológico del menor nunca apareció”, expresó un informante con acceso al expediente.

Por eso quedó a resguardo de su media hermana, de 17 años, y del padre de la joven.

Garrincha y la mujer se conocieron por las redes sociales y se habían casado hace muy pocos meses, después de un año de relación.

Allegados al acusado salieron al cruce del antecedente de homicidio que pesa sobre sus espaldas desde el año 2013.

“No hay condena ni nada. Se habló de una pena consensuada en un juicio abreviado, pero se suspendió y quedó ahí sin avances”, destacaron.

“De hecho, le terminaron dando la domiciliaria, porque no lo podían tener más tiempo en prisión”, agregaron.

“Que Dios te tenga en la gloria y puedas descansar en paz y estar tranquila. Ojalá se pudiera haber evitado. Muy triste todo lo que pasó. Me quedo con los momentos y charlas juntas”, indicó una amiga de Duarte desde su cuenta de Facebook.

Como se sabe, el crimen se desató entre la noche del sábado, muy tarde, y la madrugada del domingo en una vivienda de la calle 39 entre 129 y 130, en el barrio El Carmen.

Después de discutir todo el día, según indicó el hijo de la víctima, “Nicolás le pegó dos tiros a mamá”, señaló a los vecinos.

Una bala entró a la altura de la espalda y tuvo salida por la zona abdominal y la otra le dio en el hombro y le salió del otro lado, debajo de la axila.

Si bien la madre de Castro puso arriba de la mesa la hipótesis de un robo o de un ajuste de cuentas, todo se derrumbó cuando escucharon al menor.

 

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