Chatbots y otras aplicaciones más usadas por los adolescentes

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Hay una generación que no necesitó adaptarse a la inteligencia artificial. Simplemente nació con ella. Los adolescentes y jóvenes de hoy no viven una revolución tecnológica: la encarnan. Basta con mirar sus teléfonos para entenderlo. Entre los íconos más tocados del día están ChatGPT, CapCut, FaceApp o QANDA. Todas con un denominador común: el uso intensivo de IA para tareas cotidianas, creativas o educativas.

ChatGPT, la app de OpenAI, fue durante marzo de 2025 la aplicación más descargada del mundo, superando incluso a gigantes como TikTok o Instagram. En Argentina, una encuesta de UNICEF reveló que más de la mitad de los chicos de entre 9 y 17 años ya usó algún sistema de inteligencia artificial, y el 51% recurre a chatbots para hacer tareas escolares. El chatbot se convirtió en un aliado silencioso que contesta preguntas, ayuda con redacciones, traduce textos y hasta da ideas para trabajos prácticos.

CapCut, la app de edición de video desarrollada por ByteDance, es otro fenómeno masivo. Su éxito radica en ofrecer una edición semiprofesional con apenas unos toques. Subtítulos automáticos, cortes sincronizados con música, mejora de imagen y efectos especiales: todo lo hace la IA, y todo lo usan los chicos para destacar sus videos en TikTok o Instagram. El resultado son clips pulidos, diseñados para captar atención al instante. CapCut ya superó las mil millones de descargas en el mundo, y buena parte de ellas proviene del público adolescente.

En el terreno de la imagen, las apps de retoque facial viven su propio auge. Facetune y FaceApp permiten desde eliminar granitos hasta cambiar de género o edad en una selfie. Prequel, por su parte, ofrece filtros estéticos alimentados por redes neuronales que transforman una foto en una obra de arte digital. Aunque estas apps generan debates sobre la construcción de la imagen y los estándares de belleza, siguen siendo parte del día a día de millones de usuarios jóvenes.

El costado académico no se queda atrás. QANDA, una aplicación que resuelve problemas matemáticos a partir de una foto tomada con el celular, ya cuenta con más de 75 millones de usuarios. Además de dar respuestas, explica paso a paso cómo llegar a la solución. En tiempos donde la concentración escasea, la velocidad y la eficiencia se imponen.

Lo que une a todas estas herramientas no es solo su soporte tecnológico, sino su integración absoluta en la vida cotidiana de los adolescentes. No se usan como algo separado de la realidad, sino como parte esencial de ella. Las apps de IA no solo resuelven tareas o embellecen fotos: forman parte de la manera en que los jóvenes aprenden, se muestran y se comunican. Para bien o para mal, la inteligencia artificial dejó de ser una novedad. Se volvió el nuevo lenguaje de una generación que no le teme al futuro: lo escribe con algoritmos.

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