Deporte en adultos: envejecer sin dejar de estar en movimiento

Guillermina Negro, fundadora de Gimnasio para mayores de 50 años y especialista en gerontología, ofrece un enfoque que combina ejercicio físico, salud mental y socialización. La propuesta incumbe a personas de 50 a 98 años para mejorar la calidad de vida

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“La actividad física en los adultos mayores no es una cuestión de estética, es una cuestión de salud”, asegura al diario EL DIA con énfasis la profesora en Educación Física Guillermina Negro, egresada de la UNLP, especialista en Gerontología y fundadora del Gimnasio para mayores de 50 años, una marca registrada que desde 2006 ofrece un espacio pensado exclusivamente para personas autoválidas y sin patologías neurológicas severas.

Negro resume su filosofía en una frase tan sencilla como potente: “El movimiento es salud” y, como tal, “la salud no se toma vacaciones”. Este mensaje lo transmite cada día a sus alumnos, que hoy superan las 50 personas por turno, en clases matutinas y vespertinas, con edades que van desde los 50 hasta los 98 años.

En sus clases, Negro busca mucho más que tonificar músculos: “No se trata de tener los músculos más moldeados e hipertrofiados, sino más bien de tenerlos tonificados, de aumentar la fuerza para poder caminar sin dificultades, levantarse de una silla sin ayuda, subir escaleras, tomar un micro o hacer las compras a pie”, explica.

Para ella, la actividad física es clave para mantener la autonomía y evitar el deterioro que, muchas veces, lleva a la dependencia tras caídas y fracturas: “No se trata de ser más veloces en una carrera, sino de tener la capacidad de reacción ante un tropiezo que pueda provocar una caída con consecuencias graves como fracturas, que en estas edades pueden comprometer seriamente la independencia”.

Negro insiste en que la meta de su gimnasio no es estética sino funcional: “No se trata de verse más flacos frente al espejo o ante una sociedad que prioriza la belleza y la juventud, sino de evitar el sobrepeso y la obesidad, que son puentes directos a enfermedades como la diabetes, hipertensión, hipercolesterolemia y artrosis”. Además, remarca la importancia del ejercicio en la prevención del deterioro cognitivo: “Tan bien hace la actividad física a nuestra mente, activando nuestras neuronas, mejorando la autoestima y favoreciendo las relaciones sociales, que son fundamentales para el bienestar en estas edades”.

Con más de 70 años, ambas mujeres continúan moviéndose / EL DIA

LA IRRUPCIÓN DE LA VIRTUALIDAD

La pandemia abrió una nueva puerta para su propuesta: el gimnasio virtual. Una modalidad que, según ella misma dice, “vino para quedarse”, porque “descubrimos muchas ventajas de movernos desde la comodidad de casa”. Entre ellas, destaca: “No tenés que exponerte a cambios bruscos de temperatura, no debés preocuparte por mojarte o estacionar los días de tormenta, y si vivís lejos, podés sumarte a clases sin gastar tiempo ni dinero en transporte”. Negro agrega que, gracias a lo virtual, “personas de otros pueblos, ciudades, provincias y más aún, de cualquier lugar, pueden integrarse al grupo desde sus hogares”.

Además, subraya los beneficios sociales de esta modalidad: “Si vivís con otros integrantes del grupo familiar, podés hacerlos participar y disfrutar juntos; si tenés a cargo nietos pequeños o personas mayores, podés hacer la clase sin preocuparte por con quién dejarlos; y si querés compartir la actividad con amigos, pueden unirse todos a la misma clase, convirtiendo ese momento en ‘nuestra hora feliz’”.

En cuanto al aspecto psicológico, Negro destaca la libertad que da entrenar en casa: “Podés manejar tus propios tiempos, vestirte como quieras, con indumentaria cómoda y casual de acuerdo a tus deseos o bien a tus posibilidades del momento en cuestión, lo que te hace sentir más cómodo y libre”.

Sin embargo, no deja de reconocer que “no todo es color de rosa”: “No es lo mismo una clase presencial que una virtual, el contacto físico es esencial y mucho, pero siempre hay que encontrarle el lado positivo a lo que se nos presenta y adaptarnos a los cambios a favor de nuestra salud y calidad de vida”.

Negro inició su labor profesional en 1997 en geriátricos, neuropsiquiátricos y centros de rehabilitación.

Con una trayectoria de más de 25 años, conoce como pocos las necesidades de este grupo etario: “El adulto con el que trabajo no es un deportista ni alguien con discapacidad; adapto los ejercicios para que todos puedan hacerlos, y en el caso del baile latino, son simplemente ejercicios gimnásticos que mejoran las capacidades psicomotrices. No es una escuela de baile, sino dejar que tu cuerpo sueñe con los pies”, advierte.

Gimnasio para mayores de 50 años, de La Plata / EL DIA

Para ella, cada persona es única y por eso en su gimnasio, aunque las clases son grupales, la atención es individual: “Respeto las posibilidades y limitaciones psico-físicas de cada alumno”, explica.

Y enfatiza una idea que resume su visión: “No hay vejez, hay vejeces”. Porque, según aclara, “la edad cronológica la determina tu fecha de nacimiento, pero la edad biológica la marcan tu historial clínico, tu actividad física previa y cómo cuidaste tu cuerpo a lo largo de la vida”.

Finalmente, como especialista en gerontología, advierte sobre los riesgos del clima frío para los adultos mayores, que pueden derivar en patologías como rinitis, faringitis, bronquitis, neumonía y alto riesgo de gripe y COVID, por lo que recomienda mantenerse activos, vacunados y cuidarse de los cambios de temperatura.

Guillermina Negro es, además, Secretaria General del Centro de Fomento y Cultura Circunvalación y de la Biblioteca Popular Dr. Nicolás Avellaneda, espacios desde los que promueve el acceso a la cultura y el bienestar integral.

Su trabajo diario demuestra que envejecer puede ser un proceso activo, lleno de movimiento y encuentros, donde el cuerpo y la mente se fortalecen para disfrutar cada etapa de la vida con autonomía y plenitud.

Como repite a sus alumnos, la docente sostiene y afirma: “Quien hoy no encuentra tiempo para el ejercicio físico, tarde o temprano encontrará tiempo para la enfermedad”.

Las patologías más comunes con la llegada del invierno

1 RINITIS: inflamación de las fosas nasales con abundantes secreciones.

2 FARINGITIS Y AMIGDALITIS: inflamación de la garganta.

3 BRONQUITIS: inflamación de los bronquios con aumento de mucosidad incolora o blanca.

4 TRAQUEOBRONQUITIS: inflamación de la tráquea y los bronquios con aumento de moco.

5 BRONCONEUMONÍA: infección a nivel de bronquios y pulmón.

6 NEUMONÍA: tos, fiebre, escalofríos y dificultad respiratoria.

7 COVID: enfermedad causada por el coronavirus. Vital continuar con la campaña de vacunación.

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