Fue mamá a los 63 años y reabrió el debate por la "maternidad tardía": lo que dicen los expertos
| 8 de Julio de 2025 | 08:38

Beatriz Barbara, una mujer brasileña de 63 años, ha acaparado titulares al dar a luz a su tercer hijo, Caio, en marzo de este año. La noticia, que resonó en todo el mundo, no solo celebra un nuevo nacimiento, sino que también reabre el debate sobre los límites de la maternidad y los avances de la medicina reproductiva.
El embarazo de Beatriz, logrado mediante fecundación in vitro (FIV) con un óvulo donado y esperma de su esposo, Éder, de 35 años, ha desafiado las expectativas.
La propia Beatriz, madre de dos hijos adultos de 40 y 42 años, y con una ligadura de trompas y la menopausia ya transcurrida, consideraba la posibilidad de un nuevo hijo casi nula. Su historia, compartida en el programa “Prazer, Renata” de Globo, resalta su visión de que "el concepto de viejo es lo que se ha vuelto viejo", impulsándola a vivir una nueva etapa con plenitud.
El caso de Beatriz ha puesto a los especialistas en medicina reproductiva a reflexionar sobre los desafíos y consideraciones éticas de los embarazos en mujeres mayores.
El vicepresidente de la Sociedad Argentina de Medicina Reproductiva (SAMeR), Fabián Lorenzo, explicó a Infobae que la FIV, especialmente con ovodonación, es una técnica segura que permite la gestación en úteros preparados. Sin embargo, enfatizó que, aunque técnicamente viable, la edad avanzada de la madre implica riesgos significativos.
"El problema más importante tiene que ver con las complicaciones que puede tener una mujer mayor de esta edad obstétricamente hablando: hipertensión, diabetes gestacional, retardo de crecimiento, amenaza de parto prematuro", advirtió Lorenzo, destacando la importancia de una evaluación clínica rigurosa.
Por su parte, el director de Halitus Instituto Médico, Sergio Pasqualini, coincidió en la creciente demanda de FIV con óvulos donados, señalando que "la vida reproductiva útil de los ovarios es más acotada".
El especialista también subrayó el aumento de riesgos para la salud de la madre debido a la "sobrecarga" que representa el embarazo para un cuerpo mayor.
Más allá de los aspectos médicos, ambos expertos abordaron la cuestión de la edad de los progenitores para la crianza.
Lorenzo señaló que se debe considerar que los padres tengan una edad "lo suficientemente lógica para que no haya mucho desfasaje o problema posterior", mientras que Pasqualini mencionó que, aunque se defiende el derecho a la maternidad, los médicos también tienen la libertad de decidir a quién acompañan en el proceso, siempre con el bienestar del niño en mente.
Genética y futuro en la ovodonación
Claudio Bisioli, biólogo especialista en embriología clínica, aclaró un punto clave: en la ovodonación, el niño hereda la genética de la donante y del padre, no de la madre portadora. Aunque hay una mínima transmisión de ARN mensajero de la madre al embrión, lo más relevante es que el riesgo de anomalías genéticas, como el síndrome de Down, disminuye drásticamente al usar óvulos jóvenes de donantes.
Esto contrasta con los embarazos naturales en mujeres mayores, donde el riesgo de estas anomalías aumenta con la edad de los óvulos propios.
El caso de Beatriz, catalogado como "excepcional" por los expertos, ilustra cómo los avances médicos están redefiniendo los límites biológicos y sociales de la maternidad.
A medida que la esperanza de vida aumenta y las concepciones sobre el envejecimiento evolucionan, casos como el de Beatriz seguirán alimentando el debate sobre lo que significa ser madre en el siglo XXI.
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