Incendio en el depósito: un barrio que busca cómo reconstruirse

Algunos vecinos ya fueron a la Justicia y los comerciantes piden que se acelere la demolición para retomar el ritmo

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A poco más de dos semanas del devastador incendio en el depósito clausurado de diagonal 77 y 48, vecinos y comerciantes piensan en la reconstrucción de sus vidas. Los comerciantes analizan los pasos a seguir por la abrupta caída en su actividad diaria y los vecinos en recuperar su vida laboral, académica en el caso de los estudiantes universitarias y escolar con respecto a los chicos que van a escuelas primarias y secundarias. Mientras, sigue el proceso de demolición mecánica, “controlada”, que ya cumplió cinco días.

Uno de los comerciantes de la zona piensa que la “normalización” del barrio va a demorar muchos meses. “¿Cómo hacemos para soportar todo ese tiempo con escasos ingresos y muchos compromisos comerciales (alquileres, mercadería), impositivos, pagos de salarios, servicios?”, se preguntó en diálogo con este diario.

“Si esto se lleva todo agosto, después será muy difícil reconstruir todo, rearmar la cadena que permita el paso normal de los peatones que pasaban por acá, entraban al comercio, consultaban, compraban y hacían mover la rueda del comercio, de todos los rubros. Si cerrás es peor, porque la gente puede olvidarse que existimos. Es un momento crítico.

Una de las vecinas que sufrió severos daños en su propiedad fue Verónica Calvi. Sus dos hijas vivían en el barrio y hoy tienen la casa con más del 50 por ciento destruido. Lo que queda tiene riesgo de derrumbe.

“Buscamos justicia. Respuestas. Si le preguntas a los funcionarios municipales no saben darte una respuesta. De la Justicia se encarga nuestro abogado que tiene que buscar y presentar las pruebas necesarias y seguir el proceso paso a paso”, dijo la mujer.

Diego Dousdebes, el abogado de la familia Calvi, explicó que ahora se transita la etapa de instrucción preparatoria penal, en la que se busca establecer si hay delito, responsables y reunir las pruebas para que esta causa llegue a juicio oral.

“En principio, a quien se le atribuye la responsabilidad es a Roxana Aloise, titular de Aloise Tecno. Nosotros nos presentamos como damnificados, solicitamos pruebas y hay otro colega que nuclea a otros vecinos y comerciantes afectados por este hecho”, dijo el profesional.

El abogado sostuvo que además del colapso de la vivienda hubo daños psicológicos incalculables para sus dos hijas, que tuvieron que dejar todo por el incendio.

“La fiscalía estableció la figura legal de incendio con estrago culposo y fue notificada de la imputación Roxana Aloise, titular de la empresa, que explotaría comercialmente el lugar. Falta averiguar la titularidad registral, que surgiría de la sucesión que se está llevando a cabo.

Sobre la responsabilidad municipal por los controles al lugar que fue clausurado poco antes del incendio, el abogado de la familia Calvi indicó que “no hay señales de falta de control. De hecho el lugar estaba clausurado. De todos modos, eso es otro tema legal. Ahora, hay que establecer el delito, los responsables y cómo afrontarán las consecuencias que se generaron por el incendio”.

En el barrio, vecinos y comerciantes evalúan los pasos a seguir con mucha cautela. Por lo pronto, lo que piden es que se aceleren los tiempos para terminar con la demolición cuánto antes.

“Creo que los fines de semana no van a trabajar en la demolición. Le calculan tres semanas, pero otros dicen que puede llevar todo agosto. Para los comercios es un golpe terrible por las ventas y para las familias también genera enormes trastornos”, dijo un vecino que habló con este diario.

 

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