Padre, hincha del Lobo y visitador médico: la historia de Santiago, otra de las víctimas del fentanilo mortal en La Plata
| 10 de Agosto de 2025 | 22:37

"Hoy cumpliría 47", contó Malena, la hermana de Santiago Castillo, otra de las víctimas del fentanilo contaminado en La Plata. En la madrugada del 22 de abril acudió de urgencia al Hospital Italiano a raíz de un fuerte dolor abdominal y vómitos, pero con el correr de las horas su cuadro no mejoraba y sin certezas médicas, sus familiares debieron trasladarlo hacia el Hospital Rossi. Tras dos semanas en el nosocomio público, su estado volvió a desmejorarse y el pasado 8 de mayo falleció. Su familia, al sospechar de las ampollas infectadas con bacterias letales, exigió la historia clínica y supo que le habían suministrado una de las dosis del lote 31.202.
Según narró Malena en diálogo con Diario EL DIA, durante el paso de Santiago por el Hospital Italiano, los médicos le suministraron un tratamiento que incluyó "ranitidina, metoclopramida y tramadol".
Ante ello, explicó: "Exigí al menos un diagnóstico, porque él se retorcía de dolor. El médico de unidad coronaria nos dijo a mi madre y a mí que tenía un desgarro abdominal, sin necesidad quirúrgica, y que podíamos firmar el alta voluntaria para pasarlo por guardia y así acceder a un cirujano. Pero cuando intentamos hacerlo, nos dijeron que ‘eso no se podía hacer’". Y siguió: "A las 23.30 nos dejaron en la calle con mi hermano en silla de ruedas”.
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Por esas razones, la familia decidió trasladarlo de urgencia al Hospital Rossi, donde fue sometido a una tomografía que detectó un problema intestinal que requería una cirugía inmediata. Durante la intervención, los médicos encontraron una isquemia intestinal. La operación fue compleja y Santiago quedó internado en terapia intensiva con respirador.
Con el paso de los días, mostraba signos de una lenta recuperación y los profesionales intentaron despertarlo de forma gradual. Sin embargo, en la última semana desarrolló una complicación respiratoria grave: “Saturaba mal, estaba con hipoxemia. Nos decían una cosa y al otro día otra. Hablaban de bacterias e infecciones porque levantaba fiebre, pero después las descartaban. No lograban estabilizar su oxígeno, ni siquiera con todos los antibióticos posibles". Luego, Malena lamentó: "Un pulmón dejó de funcionar y el 8 de mayo, a las 17 horas, falleció”.
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Con el correr de los días y, luego de conocerse las historias de las víctimas que fallecieron en el hospital de La Plata, las hermanas de Santiago comenzaron a sospechar que el fentanilo podía estar detrás de la muerte. Luego de varias insistencias, el Hospital Italiano les entregó la historia clínica y confirmaron que le habían administrado esa droga. “Después de una larga lucha conseguimos que Legales nos diera el número de lote: efectivamente era el 31.202 de HLB Pharma”, concluyeron.
Una derivación y un diagnóstico que "nunca" llegaron
Su hermana Malena reconstruyó las largas horas que transitó Santiago por el Hospital Italiano y que habrían desencadenado en su trágico deceso. Allí, rememoró que se originó en la madrugada del 22 de abril, cuando Santiago ingresó por guardia e inicialmente fue derivado a la Unidad Coronaria por la sospecha de un síndrome aórtico, pero luego ese diagnóstico fue descartado.
“Cardiológicamente no tenía nada. Nos dicen que es un caso clínico, que podía ser apendicitis, pancreatitis, vesícula, etc., pero que no tenían lugar en una habitación normal para que lo vea un clínico o un cirujano. Supuestamente pidieron derivación a otro hospital, que nunca llegó”, relataron a este medio.
En ese sentido, explicaron que otra de las sugerencias de los médicos que habrían recibido tras su paso por el nosocomio -que registra hasta el momento la mayor cantidad de víctimas fatales por fentanilo contaminado- fue que padecía un "desgarro abdominal" y que podían "firmar el alta voluntaria para pasarlo por guardia" y posteriormente acudir a un cirujano.
Padre de un hijo, hincha de Gimnasia y visitador médico
Santiago Castillo se desempeñaba como agente de propaganda médica desde hacía 15 años y siete como padre, luego de tener a Benjamín. Se caracterizaba por ser familiero, le gustaba jugar al fútbol, era hincha de Gimnasia y también salir a pescar era otra de sus pasiones.
Tardes en el estadio Juan Carmelo Zerillo para ver al Lobo, paseos por la Ciudad y la pesca durante las vacaciones, eran algunos de los momentos en el que Santiago le transmitía el amor y su pasión a Benjamín. "Compartir todas esas cosas con su hijo era lo más gratificante para él", contó Malena.
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