El cimbronazo en la Rosada, el posible impacto en la Provincia y una disputa sin tregua

José Picón

Restan apenas dos semanas para las elecciones bonaerenses del 7 de septiembre y la pregunta, sin respuestas por el momento, es si el escándalo sobre el presunto pago de coimas en la Agencia Nacional de Discapacidad impactará sobre los candidatos del gobierno nacional.

Los audios de Diego Spagnuolo, el funcionario despedido por el Gobierno, no sólo dejan expuesta una presunta trama de corrupción. El hecho a priori adquiere una enorme gravedad, amplificada además porque aparece involucrada nada menos que Karina Milei, la hermana del Presidente, figura central y depositaria de enorme poder en la administración libertaria.

Resulta complejo aún determinar si el caso tendrá impacto electoral, si se está frente a un “cisne negro”, un hecho fuera de agenda e impredecible que alcanza para torcer el curso de las cosas. Pero al menos generó un cimbronazo en la Casa Rosada que siembra un manto de dudas sobre la campaña electoral de La Libertad Avanza.

El mensaje libertario para el 7 de septiembre cabalgaba sobre la lógica del “kirchnerismo nunca más”, una construcción discursiva que ponía del otro lado del mostrador oficial a la inseguridad, la pobreza y la corrupción. El propio Milei le puso el cuerpo a ese esquema de confrontación y tiene previsto recorrer la Provincia explorando ese mensaje con el que buscaba polarizar y, de paso, dar la primera batalla de las dos que le esperan en territorio bonaerense.

Luego del desconcierto inicial, el Gobierno buscó ayer salir al cruce con un argumento de manual: cargar las culpas sobre la oposición. Se tentó con enlazar la difusión de los audios comprometedores con el debate por la actualización de las asignaciones por discapacidad en el Congreso que el Presidente vetó. Existen otras versiones un poco más insidiosas: que la filtración de los audios habría sido parte del fuego amigo que se suelen dispararse campamentos antagónicos que conviven bajo el paraguas oficial.

Milei buscará, además, dar vuelta rápido la hoja. Mañana encabezará un acto en Junín donde presentará a sus candidatos a diputados nacionales que competirán en octubre.

La irrupción de un tema tan sensible genera lecturas disímiles de cara a las elecciones que están a la vuelta de la esquina. Hay quienes creen que podría afectar a parte del voto lábil libertario, ese que no forma parte del núcleo duro que abrazó como un credo a La Libertad Avanza y que estaba dispuesto a ratificarle la confianza al actual oficialismo nacional empujado no sólo por el rechazo al kirchnerismo sino porque encontraban en el Presidente virtudes entre las que destaca la honestidad como un valor central.

“El peronismo se podría ver beneficiado en forma indirecta, porque si bien es difícil que sume con esos eventuales desencantados, al menos podría quedar impactada la base de apoyo de La Libertad Avanza”, analizan diversos observadores.

Existen otras lecturas en el marco de un análisis que se basa en que algún costo político el Gobierno nacional podría terminar pagando. Parte de ese desencanto, si es que finalmente se verifica, podría engrosar el ausentismo, un fenómeno creciente que se verificó en las últimas elecciones en diversas provincias y que no sería ajeno a la cita del mes próximo en territorio bonaerense.

Algunos dirigentes, en cambio, se frotan las manos. Creen que las chances de armados de centro, equidistantes de Fuerza Patria y los libertarios, podrían ser vehículos de ese eventual desencanto. En especial, los que edificaron en la Segunda sección electoral los hermanos Passaglia y, en la Cuarta, intendentes disidentes del PRO que se negaron al acuerdo con Milei, el radicalismo y alcaldes peronistas no K.

El peronismo, mientras tanto, transita la campaña sin poder disimular sus diferencias. Axel Kicillof y La Cámpora coinciden en actividades puntuales, casi por protocolo. Después, cada cual por su lado.

El quiebre entre el Gobernador y el camporismo es más que evidente. El propio Máximo Kirchner, en un acto que encabezó en Quilmes, lanzó reproches a Kicillof. Le achacó, sin nombrarlo, que no se sumó a la campaña por la libertad de Cristina Kirchner. También sugirió que discrimina a ese distrito que gobierna Mayra Mendoza, una de las principales espadas de la “orga”.

Esas diferencias replican por aquí y por allá. En algunos distritos ya se habla de corte de boleta inducidos por intendentes kicillofistas. Hasta circulan videos que promueven ese voto selectivo. La pelea peronista no se toma respiro.

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