El laberinto de Gaza: una guerra difícil de terminar

El conflicto entre Israel y Hamás parece volverse cada vez más sangrientio, casi dos años después del ataque del grupo terrorista islámico a suelo israelí. Algunas claves

Edición Impresa

Israel está a punto de lanzar otra gran ofensiva, esta vez en la Ciudad de Gaza, golpeada por la hambruna.

La comunidad internacional, junto con casi todos los palestinos y muchos israelíes, desea el fin de la guerra desde hace mucho tiempo, y un alto al fuego parecía posible incluso el mes pasado.

Entonces, ¿por qué que el conflicto se encamina a volverse aún más sangriento, casi dos años después del ataque del grupo terrorista islámico Hamás del 7 de octubre de 2023?

Los críticos del primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, lo acusan de prolongar la guerra por motivos políticos. El líder israelí culpa a Hamás, que aún mantiene a unos 20 rehenes vivos, y dice que los juicios sobre la conducta de Israel durante la guerra solo logran volver cada vez más intransigente a la organización extremista.

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, manifiesta que quiere que la guerra termine y que los rehenes regresen a casa. Pero su enviado, Steve Witkoff, abandonó las conversaciones para una tregua el mes pasado tras culpar a Hamás, y el presidente no ha ejercido presión pública sobre Israel para que cambie de rumbo desde que puso fin a un alto al fuego en marzo que él ayudó a negociar. No se sabe si Estados Unidos sigue una estrategia diferente tras bambalinas.

Hamás dijo la semana pasada que aceptó una propuesta de tregua que los mediadores describieron como casi idéntica a la que Israel había aprobado. Estados Unidos e Israel aún no han respondido públicamente. No está claro si los aliados, que indicaron recientemente que buscan un acuerdo integral, trabajan en algo entre bastidores.

Este es un vistazo más detallado de por qué la guerra continúa sin un final a la vista.

Los israelíes han organizado protestas masivas para exigir un alto al fuego que repatrie a los rehenes. Exponen que la guerra continúa porque Netanyahu intenta mantenerse en el poder. La coalición gobernante del primer ministro depende de partidos de extrema derecha que desean continuar la guerra hasta que Hamás sea aniquilado, organizar la reubicación masiva de los palestinos de la franja de Gaza a otros países y reconstruir los asentamientos judíos que Israel desmanteló en 2005.

Han amenazado con retirarse si Netanyahu pone fin a la guerra antes de lograr una victoria total. Los partidos de la oposición dicen que intervendrán y preservarán su gobierno si llega a un acuerdo sobre los rehenes, pero eso de todos modos dejaría al político israelí gravemente debilitado de cara a las elecciones del próximo año. Perder el cargo dejaría al primer ministro mucho más vulnerable ante las acusaciones de corrupción, presentadas desde hace mucho tiempo, e investigaciones públicas sobre los fracasos en torno al atentado del 7 de octubre de 2023. Netanyahu niega todos esos motivos.

Medio Oriente
conflicto
Israel
Hamás
Gaza

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE