Jubilados, endeudados: cuando el préstamo y la tarjeta asfixian
Edición Impresa | 8 de Agosto de 2025 | 03:28

La crisis económica, conjugada con los bajos ingresos de la jubilación o pensión no son todo. Puede haber algo peor: el endeudamiento y más dañoso aún, las tasas que triplican lo que se recibió en apenas un año.
El cuadro ampliamente conocido se ilustra con información del principal banco público de la Argentina, que dio a conocer datos sobre el crecimiento sostenido del endeudamiento, a razón del 11% cada mes en lo que va del año, en préstamos que se aplican al consumo cotidiano. Hacia el interior de los bolsillos, eso puede derivar en cuotas que se llevan buena parte de ingresos que no llegan a los 400 mil pesos mensuales.
En las consultas que hizo este diario, se reparten las opiniones sobre esta forma de procurarse recursos: las de quienes se espantan ante un vínculo con el banco o la de Anses y los casos en los que se toma lo que llega para tapar un agujero, aunque sea por poco tiempo.
"Uso la tarjeta de crédito del Banco Provincia y con eso me manejo y me sirve para compras que, por ahí, todo junto no lo podría pagar. Por ejemplo, con la tarjeta de crédito, hace dos meses, le compré la bicicleta a mi nieta", dijo Sara Bersteins. Detalló que paga, “a partir de que compré la bicicleta, 80.000 por mes durante 6 meses”.
El endeudamiento tiene límites según lo ingresos que se puedan demostrar. Bersteins contó que recibe invitaciones del banco para tentar un préstamo pero que no acepta. "Me lo ofrece todo el tiempo pero yo tengo miedo. Como que no me quiero endeudar en algo que después me va a costar pagar", analizó.
más deuda, más préstamos
También explicó que le descuentan porcentaje de mantenimiento de la cuenta y un porcentaje de sellos, "pero como yo lo puedo pagar, con eso me doy el gusto de comprarle la bicicleta a mi nieto. El Banco me ofrece pagar en cuotas. Incluso, con descuento del 15%. Entonces, me conviene. Uno va haciendo sus números en función de lo que puede y me restrinjo en lo que no es imprescindible pero con la tarjeta de crédito no siento que me endeuda, que me genera un gasto".
Por otro lado, está el caso de los jubilados que tienen los préstamos de Anses, con cuotas que, por ejemplo, están en el orden de los 30.000 pesos. Emilse González está pagando el suyo: "Lo que me queda, que son 8.000 pesos por mes, no se siente. Eran los préstamos del gobierno anterior. Lo saqué hace 4 años, en 40 cuotas. Lo estoy terminando de pagar". Gracias a que su marido está jubilado de provincia y que “gana más que ella” se pueden arreglar. Sin embargo, exclamó que "tampoco tiramos manteca al techo, nos cuidamos. Pero no es la opción sacar un préstamo", afirmó.
del hospital al banco por plata
Esther Merolla sacó un préstamo de 1 millón de pesos a principios de este año para cubrir un agujero en su economía por una emergencia. "Lo saqué para comer todos los días y por un problema de salud. Tuve un ACV (accidente cerebro vascular) y con el préstamo ahora tengo para pagar medicamentos y el tratamiento".
El trámite no fue complicado, por lo que comentaron. Se lo dio el mismo banco en el que cobra la jubilación. “Fue de 1 millón de pesos y la cuota es de 80.000, por 36 meses”, detalló. "Mi jubilación es de 350 mil pesos con el bono. Se restan los 80 mil pesos de cuota. Con eso sobrevivo. Decí que mi esposo también es jubilado y cobra más de la mínima. Lo puedo pagar pero gracias a su ayuda porque me queda 260 en mi bolsillo para vivir todo un mes", contó Merolla. Ante la pregunta si no se arrepiente de haber sacado el préstamo señaló contundentemente que no: “He salido de peores, soy muy emprendedora”, afirmó la vecina.
Según una nota publicada en el diario Clarín, los jubilados toman préstamos con un costo superior al 300% anual, piden créditos para consumo y usan tarjetas, sacando créditos de hasta 1,6 millones de pesos, endeudándose para cubrir gastos o deudas.
crece el endeudamiento
Según datos del Banco Nación en la nota mencionada, los préstamos a jubilados para consumo, en créditos personales o saldos financiados con la tarjeta de crédito, tienen un fuerte impulso en el año, alcanzando un aumento mensual promedio del 11% entre enero y mayo.
Los créditos que daba Anses durante el periodo de gobierno anterior desaparecieron en noviembre del 2024. Entonces, las tasas que se cobraban por el dinero corrían detrás de la inflación, aumentando en buena parte del periodo. En varios de los casos que escuchó este diario en el Centro, todavía se están pagando esos préstamos, con montos del orden de los 20 mil pesos.
Por más que sacar un préstamo sea la salida, que siguen apostando algunos jubilados de la ciudad ante una necesidad mayor o una enfermedad que conlleva un alto gasto en medicamentos o en atención clínica, el crédito sigue siendo caro porque crece más rápido que los depósitos, que en su mayoría son de corto plazo.
"Las tasas no dependen de la inflación, dependen de la cantidad de pesos. Por la misma razón que baja la inflación suben las tasas: al no emitir, escasean los pesos, eso hace que baje la inflación y que suban las tasas", se expresó desde el Banco Nación.
“Con la tarjeta de crédito le compré hace 2 meses la bicicleta a mi nieta. Con eso sobrevivo. Entonces, me la banco”
Sara Bersteins Jubilada
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