Kim Gómez: un fallo clave fija el rumbo en la causa

El tribunal rechazó el planteo de la defensa y mantuvo el encierro en un centro para el adolescente de 14 años

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El caso por el crimen de Kim Gómez, la pequeña de 7 años asesinada el pasado 25 de febrero en un sector de Altos de San Lorenzo durante un violento robo, sumó en las últimas horas un nuevo capítulo judicial. En una audiencia de revisión, se discutió la situación procesal del adolescente de 14 años acusado de haber participado en el hecho junto a un cómplice de 17.

La defensa del menor acusado reclamó que se sustituya el encierro en un centro cerrado por un arresto domiciliario, al sostener que la medida vigente resulta “desproporcionada” en función de su edad y de sus antecedentes personales. Los letrados plantearon que el adolescente podría continuar un proceso de contención en su casa, bajo el cuidado de su familia.

El pedido fue rechazado por la fiscal Carmen Ibarra, quien se opuso de manera firme a cualquier flexibilización. Argumentó que la única forma de asegurar la asistencia integral del adolescente, y al mismo tiempo proteger a la comunidad, es mantener la medida tal como está. Según detalló, el dispositivo cerrado garantiza el acompañamiento psicológico, educativo y social que el imputado necesita.

En la sala estuvieron presentes Florencia y Marcos, los padres de Kim, que siguieron de cerca cada intervención en una jornada cargada de tensión y de fuerte carga emotiva.

En paralelo, la Sala Primera de la Cámara de Apelaciones y Garantías de La Plata -integrada por los jueces Raúl Dalto y Silvia Oyhamburu- confirmó la resolución de la magistrada María José Lescano, que ya había dispuesto que el adolescente permanezca bajo una medida de seguridad por dos años. De esa manera, quedó firme el rechazo al recurso presentado por la defensa y consolidada la decisión de que el acusado siga bajo encierro.

La ratificación fue interpretada como un aval al criterio de Lescano y un mensaje claro en un caso de enorme sensibilidad social: el menor no punible seguirá en un centro de seguridad, con control permanente y asistencia integral, al menos hasta la próxima revisión judicial.

Mientras tanto, el segundo acusado de matar a Kim, de 17 años, espera por el juicio oral y público por el delito de homicidio en ocasión de robo, que podría derivar en una condena efectiva.

Con esta doble decisión -la audiencia sin cambios y la confirmación de la Cámara-, la Justicia dejó en claro que no habrá modificaciones inmediatas en la situación del adolescente de 14 años y que la medida de seguridad dispuesta se cumplirá en los términos establecidos.

Lo cierto es que el caso de Kim Gómez sigue generando un profundo impacto en la sociedad. Su asesinato, ocurrido en un ataque brutal e inesperado, marcó un antes y un después en la discusión pública sobre la violencia urbana y la responsabilidad penal de los adolescentes no punibles.

 

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