El pañuelo como protagonista: versatilidad en cada pliegue

Los nuevos estilos reinventan esta prenda, que se convierte en aliada de la temporada primavera–verano. Dependiendo de su tamaño, puede ser bandana, top, pollera o incluso bolso improvisado. Un ítem pequeño con infinitas posibilidades

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El pañuelo, históricamente relegado a la categoría de accesorio, vive una nueva era dorada en la moda contemporánea. Esta temporada, deja de ser un simple detalle para transformarse en protagonista. Con estampados que van desde los clásicos motivos paisley hasta los diseños geométricos o florales, se adapta a múltiples usos y estilos.

Los pañuelos pequeños son perfectos para llevar como bandana en el cabello, aportando un aire fresco y juvenil. También funcionan como gargantilla o pulsera, sumando un toque boho a cualquier outfit. Atado al asa de un bolso, incluso eleva la estética de un accesorio básico.

En formatos medianos, el pañuelo se convierte en un top improvisado. Basta con doblarlo y anudarlo al cuello o la espalda para obtener una prenda original y cargada de actitud veraniega. Este recurso fue tendencia en los años 2000 y regresa con fuerza, ahora acompañado por denim de tiro bajo o pantalones sastre, según el estilo que se busque.

Los maxi pañuelos, en cambio, ofrecen un universo aún más amplio de posibilidades. Al anudarlos a la cintura se transforman en polleras pareo, ideales para la playa o una salida casual. También pueden usarse como chal ligero para cubrir los hombros en la noche, o como vestido improvisado en vacaciones, demostrando que la creatividad es el único límite.

El auge del pañuelo responde también a la búsqueda de moda consciente: una sola pieza permite armar diferentes looks, prolongando su vida útil y reduciendo la necesidad de acumular prendas. Además, los materiales suaves como la seda o el algodón orgánico refuerzan la apuesta por la calidad frente a lo descartable.

Su carácter democrático lo vuelve universal: hombres y mujeres lo incorporan con libertad, cada uno reinterpretando el pañuelo según su estilo personal. Así, lo que alguna vez fue apenas un accesorio formal, hoy se celebra como símbolo de versatilidad, frescura y autenticidad.

Esta primavera–verano, el pañuelo no es un complemento: es el corazón del look. Pequeño o gigante, estampado o liso, su capacidad de transformarse lo convierte en la pieza más creativa del guardarropa contemporáneo.

Fotos: pinterest

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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