Brasil le dio la espalda a la cebolla patagónica, se desplomó la exportación y los productores hablan de crisis
| 18 de Septiembre de 2025 | 08:26

Un informe de la Fundación de la Barrera Patagónica (Funbapa) reveló un panorama sombrío para el sector cebollero de la región. El sector atraviesa una de sus peores crisis de rentabilidad en años. Las exportaciones de enero a agosto de 2025 se desplomaron casi un 40% en comparación con el año anterior, lo que ha generado una "campaña mala en términos económicos" para todos los eslabones de la cadena.
El informe de Funbapa detalla que la Región Protegida Patagónica exportó un total de 123.996 toneladas de cebolla hasta fines de agosto de 2025. Aunque esta cifra supera a cinco de las últimas diez temporadas, representa una caída del 38,26% con respecto al récord de 200.840 toneladas exportadas en el mismo período de 2024. Este retroceso se suma a un inicio de temporada inusualmente lento, con apenas un puñado de envíos en enero y febrero. La demanda solo comenzó a repuntar en marzo, alcanzando su pico en mayo, pero en agosto ya se había ralentizado.
En cuanto al origen de la producción dentro de la Región Protegida Patagónica, el documento describió que de las 123.996 toneladas exportadas, el 32% se cultivó en Río Negro; el 41%, en Patagones y el 27% en Villarino. En términos de procesamiento, los empaques bonaerenses de Patagones y Villarino fueron responsables de más del “89% del volumen de cebolla exportada desde la Región Protegida y el resto, en Río Negro.
El desinterés de Brasil y el mercado interno
La principal causa de esta caída se encuentra en Brasil, el mercado más importante para la cebolla patagónica. Brasil tuvo una cosecha abundante y de buena calidad en el estado de Santa Catarina, lo que generó un "marcado desinterés por nuestra mercadería durante el primer trimestre", según la Fundación. A pesar de esto, Brasil sigue siendo el cliente principal, absorbiendo más del 87% del volumen exportado (108.226 toneladas). Le sigue Paraguay con 11.148 toneladas, aunque el total exportado a ese país es mayor, ya que una parte se procesa fuera de la zona protegida. La cebolla patagónica también llegó a otros ocho países, incluyendo Uruguay, Noruega, Canadá y España.
Mientras las exportaciones sufrían un revés, el mercado interno se mantuvo como un salvavidas. Las ventas dentro del país, principalmente a provincias como Buenos Aires, Santa Fe y Córdoba, alcanzaron las 290.000 toneladas, una cifra significativa que ayudó a amortiguar el impacto de la crisis de exportación.
Precios bajos y costos altos: un cóctel explosivo
Más allá de los volúmenes, la preocupación central es la falta de rentabilidad. El precio pagado al productor "no alcanzó para cubrir los costos", oscilando entre $25 y $70 por kilogramo. Las empacadoras también sufrieron, con márgenes de ganancia "muy ajustados", y los salarios de los trabajadores del campo y de las plantas de empaque no fueron satisfactorios.
Los cálculos de Funbapa demuestran la gravedad de la situación. Por ejemplo, una hectárea de cebolla tardía sembrada y cosechada a mano tuvo un costo de 4.400 dólares, lo que generó un margen bruto negativo de 2.980 dólares. El informe concluye que, para ser rentables, los rendimientos tendrían que haber sido mucho mayores.
La entidad subraya la importancia de fortalecer la economía regional procesando toda la producción en las plantas locales y buscando nuevos mercados para reducir la dependencia de un solo cliente y asegurar la viabilidad del sector a futuro.
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