VIDEO. Menos celular en las aulas: el uso sin límites y el daño en la infancia

La nueva ley provincial que regula la utilización de los dispositivos en el ámbito escolar, reabre el debate sobre su impacto en la salud infantil. Aprendizaje, desarrollo cognitivo y sociabilización, complicados por el exceso

Edición Impresa

Tras meses de debate, la Cámara de Diputados de la provincia de Buenos Aires sancionó la ley que regula el uso de teléfonos móviles en los niveles de escolarización de primera infancia y primaria. La normativa, que busca proteger de las distracciones y los riesgos asociados a la tecnología en el aula, tendrá 180 días para ser reglamentada y puesta en las escuelas. Según especialistas, su implementación no sólo favorecerá al aprendizaje y la concentración: también, al desarrollo cognitivo y social de chicos de 2 a 12 años.

La principal característica de esta iniciativa no es la prohibición del celular, sino su “regulación”. Esto es: los estudiantes no podrán utilizarlo de forma libre durante la jornada escolar, pero sí, en el momento en que los docentes los autoricen con fines pedagógicos, como una herramienta para investigar o desarrollar una actividad específica.

Celebrada por psicólogos y psicopedagogos, los especialistas argumentan que el uso excesivo y desregulado de pantallas en edades tempranas tiene un efecto negativo en el desarrollo. En este marco, la licenciada en psicología, Paz Angheben, indicó que “uno de los principales efectos es la interferencia en la constitución subjetiva y en el armado de funciones psíquicas básicas, como la simbolización, regulación pulsional y la tolerancia a la frustración”. Y añadió: “Más específicamente podemos encontrar que el uso excesivo puede obturar la capacidad de jugar, de fantasear y simbolizar ya que el celular ofrece gratificación inmediata, reduciendo la posibilidad de sostener la espera y la construcción de relatos internos”.

A tal efecto, como consecuencias graves nos encontramos con infancias desatentas, hiperactivas, con crisis de disociación de la realidad, depresión, poca motricidad y auto-aisladas del mundo social o “la realidad no virtual”.

Asimismo, en la misma línea, la licenciada en psicopedagogía, Daniela Velazco, señaló que las funciones ejecutivas - atención, memoria y planificación - se ven severamente afectadas. “Son cerebros en desarrollo y muchos chicos están experimentando retrasos en el lenguaje y dificultades en la lectoescritura porque no toleran los procesos de aprendizaje que requieren paciencia”, afirmó.

Además, indicó que la prohibición es un desafío si no se replica en los hogares, ya que los adultos usan constantemente los dispositivos. “Es como mostrarle a un chico una hamburguesa y decirle que no la puede comer”.

Son cerebros en desarrollo y muchos chicos están experimentando retrasos en el lenguaje y dificultades en la lectoescritura porque no toleran los procesos de aprendizaje que requieren paciencia”

Daniela Velazco Licenciada en Psicopedagogía

Por su parte, para Andrés Di Prinzio, presidente del Colegio de Psicólogos del Distrito XI, la medida es “muy atinada”. Según él, el uso desregulado de dispositivos genera hiperconexión y produce síntomas de ansiedad en los niños. “Se va perdiendo la tolerancia a la separación, a la distancia”, sostuvo.

En tanto, otra de las partes que celebra la medida son las familias, quienes la encuentran como “muy importante y necesaria”.

“Me parece espectacular. Volvamos a los libros, que es mucho más sano”, opinó Roberto, abuelo de un alumno de 6. “Hoy en día no podes esquivarlo, yo tengo una de 7, 10 y 13. La más grande tiene celular, los demás no y se los doy yo en ciertos momentos del día para que vean bailes o canciones”, sumó Samantha, mamá de 3.

Como docentes nos encargamos de que no saquen el celular en el aula. Para evitarlo, usamos diversas estrategias, pero siempre previo se habla con las familias. Ponemos una cajita en la hora de clase”

Florencia Maestra platense de grado

“Como docentes nos encargamos que no saquen el celular en el aula. Para evitarlo usamos diversas estrategias, pero siempre previo se habla con las familias. Ponemos una cajita en la hora de clase, para que lo pasen a buscar a la hora de salida, porque en sí no deja de ser una herramienta de comunicación con las familias” explicó Florencia, maestra platense.

La ley convierte a Buenos Aires en la cuarta jurisdicción en regular el uso de pantallas en las escuelas primarias. En 2006, ya se intentó algo similar pero “no funcionó”. Desde el sector prevén que el nuevo esquema no estará vigente, al menos, hasta entrado el ciclo 2026.

 

celular

Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE