“El desperdicio”: una novela sobre una vida que se desmorona
Edición Impresa | 7 de Septiembre de 2025 | 00:58

Hay novelas que se leen como confesiones y otras como autopsias. “El desperdicio”, de Matilde Sánchez, es un poco de las dos. La narradora nos cuenta la vida de Elena Arteche, una joven que abandona el campo en los años setenta para estudiar Letras en Buenos Aires y convertirse en crítica aguda, y en cabeza de un pequeño pero influyente grupo de lectores y escritores fascinados por el formalismo ruso, las teorías literarias y el cine en blanco y negro.
Elena es, en esos años, una mujer que brilla: lee vorazmente, teoriza, forma capillas, vive el amor con intensidad. Tiene, al principio, la seguridad de que la inteligencia puede torcer el destino.
Pero Matilde Sánchez no escribe una novela de formación clásica, sino una crónica de desvío.
La historia de Elena —Helen, Hélène, Lenu, Lena— no es la de quien se libera para siempre de su origen sino la de quien vuelve a él, casi derrotada, para asumir aquello que rechazó.
La muerte de su hermana y el nacimiento de su hijo marcan el fin de esa etapa luminosa. Elena regresa al pueblo, se convierte en profesora de escuela secundaria y asiste a la “merecida muerte de las empresas familiares” en la década de los noventa.
Sus antiguos vecinos ya no son productores sino simples millonarios, y el campo se ha transformado en un lugar de indigentes, cazadores de liebres y familias que viven en contenedores.
La degradación social se mezcla con su propia decadencia: Elena se vuelve alcohólica, abandona la escritura y observa, con mirada cada vez más distante, la implosión de todo lo que la rodea.
Elena es un personaje fascinante y contradictorio: tan lúcida como incapaz de convertir esa lucidez en acción transformadora.
La novela se permite incluso coquetear con lo fantasmal: la aparición de la hermana muerta funciona como recurso literario pero también como síntoma de un duelo que nunca se cierra.
El hallazgo de unos escritos en el final no alcanza para redimir a Elena ni para rescatarla de esa zona ambigua entre la lucidez y el naufragio.
Matilde Sánchez narra con precisión, con frases que parecen esculpidas y con un oído atento para las resonancias de época.
La historia de Elena es también la del país: del entusiasmo de los ochenta al desencanto de los noventa, hasta el colapso de 2001.
La muerte de la protagonista en ese año es el cierre perfecto, casi cruel, de una vida que encarna la promesa y el derrumbe de toda una generación.
Editorial: Alfaguara
Páginas: 294
Precio: $24.000
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE