Milei admitió que perdieron pero no cambia el rumbo
Edición Impresa | 8 de Septiembre de 2025 | 03:59

Con un tono que cuidó de ser confrontativo, el presidente Javier Milei reconoció anoche la derrota electoral en la provincia de Buenos Aires por más de 13 puntos contra el peronismo. Pero dejó en calro que no cambiará el rumbo económico -tal como se lo pidió el gobernador bonaerense, Axel Kicillof- de su gobierno en un mensaje al mercado financiero, expectante por el resultado de los comicios.
“En el plano político hemos tenido una clara derrota, hay que aceptar el resultado”, dijo Milei en el inicio de su discurso en el búnker de La Libertad Avanza (LLA) en La Plata, que fue breve y en el que estuvo rodeado de la plana mayor de su Gabinete.
Según el mandatario nacional, el peronismo tuvo un “desempeño” que “suele tener en elecciones de tipo ejecutivas”.
“Tuvieron que poner el aparato peronista que lo hacen de manera muy eficiente”, dijo y continuó: “Por lo tanto, este iba a representar el piso para nosotros y el techo para ellos”.
Y añadió: “Naturalmente, esto va a dar lugar a un profundo análisis de los datos y una profunda autocrítica donde aquellas cosas en las que nos hemos equivocado las vamos a corregir de cara al futuro”, pensando en octubre.
En esa línea, el mandatario hizo énfasis en su política económica de ajuste y geopolítica: “Vamos a seguir manteniendo nuestra posición en el mundo, vamos a continuar en el lado del bien y no se retrocede ni un milímetro en la política de Gobierno”.
“No estamos dispuestos a entregar un modelo que sacó a millones de personas de la pobreza. En definitiva, si hemos cometido errores en lo político los vamos a internalizar, a procesar y modificar las acciones”, señaló Milei y finalizó: “Vamos a ser cada día mejor para tener un mejor resultado en octubre”. Y terminó el discurso, con su hermana Karina a su lado, como siempre: “Viva la Libertad Carajo”.
La derrota de La Libertad Avanza: escándalos de corrupción, falta de gestión y una mala estrategia electoral
Duro cachetazo
Lo cierto es que el Gobierno nacional recibió un duro cachetazo electoral en vísperas de los comicios nacionales del próximo 26 de octubre con un cóctel compuesto por un escándalo de presunta corrupción que involucra a la hermana del presidente, Karina; falta de gestión en el territorio y una pésima planificación de acuerdos electorales en las ocho secciones de la provincia Buenos Aires.
La campaña bonaerense sorprendió a los libertarios, que tejieron una alianza con dirigentes unitarios del PRO, como Cristian Ritondo y Diego Santilli; se vio atravesada por dos casos graves como el fentanilo contaminado y los audios de Diego Spagnuolo, ex titular de la ANDIS, con vínculo estrecho con los Milei y el círculo de confianza del tándem que gobierna la Argentina desde diciembre de 2023.
Por el afán de nacionalizar campaña de la Provincia, el caso Spagnuolo se coló y se transformó en un tema clave en la conversación pública.
En ningún tramo pudo colar e imponer la inseguridad como tema central en la Provincia, a pesar del excomisario candidato.
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