EN EL CEMENTERIO DE CIUDADELA
| 2 de Octubre de 1999 | 00:00

Once tumbas del cementerio judío de la localidad bonaerense de Ciudadela, en su mayoría pertenecientes a niños fallecidos en la década del '20, fueron profanadas por manos anónimas, a menos de quince días de que se produjera otro hecho de similares características en La Tablada.
El nuevo ataque contra la comunidad judía fue confirmado por el titular de la DAIA, Rogelio Cichowolsky, quien precisó que los ataques se centraron "fundamentalmente en las tumbas de chicos muertos precozmente" entre 1925 y 1930, ubicadas en la parte antigua del Cementerio Israelita.
"No sé si esto (atacar tumbas de niños) se debe a una indicación en particular de parte de quien ha ordenado este hecho, o por casualidad del lugar que ocupan las tumbas en el cementerio", explicó el titular de la DAIA, al referirse al blanco elegido por los profanadores.
Según se especula, el ataque se habría producido en la madrugada de ayer. Fue constatado por las autoridades del cementerio en rueda de verificación e informado de inmediato a la comisaría segunda de Ciudadela, que tomó intervención en el hecho.
En ese sentido, y de acuerdo con la información proporcionada por la AMIA, fueron profanadas un total de 11 tumbas ubicadas en el sector antiguo del cementerio, donde se encontraron lápidas y cabezales rotos pero, al igual que en el caso de La Tablada, no se hallaron pintadas ni inscripciones.
La nueva profanación conmovió a la comunidad judía apenas dos semanas después de que se produjera un hecho similar en La Tablada, donde se atacaron 63 tumbas a horas del comienzo del Iom Kipur (Día del Perdón), la festividad más importante de la comunidad.
El ataque sorprendió además al Gobierno bonaerense, cuya policía se ocupa de la vigilancia en las afueras de los cementerios judíos en la provincia de Buenos Aires, luego de que en diciembre de 1997 comenzarán estos ataques en La Tablada.
"Deben ser los mismos sectores, los degenerados de siempre", dijo el candidato presidencial del PJ, Eduardo Duhalde, al enterarse del hecho, al que calificó como de "fácil perpetración", porque "cualquier persona paga, agarra un martillo y rompe tumbas" (ver aparte).
En ese marco, Rogelio Cichowolsky dijo que el nuevo ataque "responde a una continuidad" y advirtió que "aquellos que agreden a los muertos también luego pueden tomar como blanco a los vivos".
"Si tomamos en consideración el hecho anterior y esta profanación, está claro que esto responde a una continuidad, y no debemos dejar de lado que aquellos que agreden a los muertos, también luego se pueden tomar como blanco a los vivos, judíos o no judíos", explicó el titular de la DAIA.
Por su parte, la AMIA emitió un comunicado de prensa en el que condenó el hecho y exigió a las "autoridades provinciales y nacionales el máximo esfuerzo y compromiso para la protección de las instituciones y cementerios judíos".
"Condenamos el hecho y a los criminales que pudieran perpetrarlo, quienes en un acto de perversión suprema no sólo han escogido nuevamente violentar la paz de los cementerios sino que lo han hecho sobre las tumbas de niños", señaló el comunicado.
"La Comisión Directiva de AMIA se encuentra en sesión permanente, analizando la situación y las medidas a adoptar", se agregó en el texto difundido ayer por la tarde.
Los rabinos de la comunidad judía Bet El, en tanto, marcharán hoy en la Plaza de Mayo para repudiar la nueva profanación a un cementerio israelita y con la consigna de exigir "igualdad de condiciones" ante el Gobierno nacional.
El anuncio fue formulado por el rabino Daniel Goldman, quien explicó que la marcha se iniciará a partir de las 20 y será "alrededor de la Pirámide de Mayo".
"Vamos a llevar los rollos de la Torá, símbolo bíblico que marca que todo tenemos derechos a la igualdad y a no sentirnos vulnerados como nos sentimos hoy quienes integramos la comunidad judía argentina, la más vulnerable del mundo", dijo Goldman.
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