"No murió de Sida", gritó un allegado

El travesti Cris Miró "no murió de sida" y pasó sus últimos días "muy mal" porque "la prensa decía que tenía esa enfermedad", según protestaron sus distintos allegados, poco después de que se confirmara su deceso en un centro asistencial porteño.
Alrededor de las 16 primero fue el turno del "asistente personal", que no suministró su nombre, quien en la puerta del Sanatorio Santa Isabel, del barrio de Flores, afirmó, casi a los gritos, que la muerte del travesti no fue por sida.

"Cris no murió de sida. Y es más, me dijo que estaba muy mal porque la prensa la había maltratado con ese asunto", dijo apenas dos horas después de que se produjera el deceso, al que llegó tras agravarse una infección pulmonar que sufría.
Además, resaltó que los especialistas de ese centro asistencial, donde había sido internado el 20 de mayo pasado, "hicieron todo lo posible" para evitar la muerte, pero reconoció que en los últimos días "se esperaba este descenlace".
Por su parte, la abogada Sandra Ciria, quien dijo representar en varias causas civiles al fallecido travesti, resaltó que el supuesto deceso por Sida "es una mentira para los que quedamos y para ella".
"Por eso sufrió mucho en los últimos días y encima no podía contestar todo lo que se decía", dijo a la prensa al abandonar el lugar.
Además, afirmó que en sus últimas horas "estaba lúcida" y destacó que "no pensábamos en este final".
En tanto, Hilda, la madre de Miró, abandonó el sanatorio a las 15,37 a bordo de un Peugeot 504 blanco, sin formular declaraciones y acompañada por dos allegados.
De acuerdo con lo informado por allegados a la familia, la mujer habría decidido recluirse en el departamento en el que vivía junto a su hijo, en el noveno piso de un departamento de Roque Pérez 2856, del barrio porteño de Saavedra.

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