Huracán logró el ascenso a Primera en dramática final
| 26 de Junio de 2000 | 00:00
Con gran esfuerzo y una notable cuota de dramatismo, Huracán recuperó el lugar que marca su historia al conseguir el ascenso a primera división luego de empatar 1-1 ante Quilmes en la segunda final de la temporada de la Primera B Nacional, que se disputó en el estadio Tomás Adolfo Ducó.
El equipo de Carlos Babington, justo campeón por su superioridad técnica sobre el resto, debió sufrir más de la cuenta ante un digno rival que no se entregó nunca, pese a terminar el encuentro con dos hombres menos.
Alejandro Domínguez al minuto del complemento había puesto en ventaja a Quilmes pero Fernando Di Carlo a los 44' igualó para los dirigidos por Carlos Babington.
Precisamente, el "Chori" en el segundo tiempo y Fabio Lenguita, en la primera parte, fueron expulsados en Quilmes por el árbitro Claudio Martín.
En la primera final, disputada la semana pasada, Huracán había vencido de visitante a Quilmes 1-0, con gol de Gastón Casas.
Pura emoción
La primera parte fue muy emocionante porque Quilmes asumió desde el inicio una postura ambiciosa ante un especulativo Huracán y dispuso tres situaciones claras para desnivelar.
Fundamentado en la buena tarea de Ceferino Díaz y Fabio Lenguita en la mitad de la cancha, Quilmes mostró personalidad para manejar el partido aunque dependió demasiado de Giampietri para generar peligro.
Dos remates del "Máquina" y otro de Barlatay hicieron lucir al arquero Martín Ríos, una de las figuras en la primera media hora de juego.
Sorprendió Quilmes
En el comienzo del segundo tiempo, Quilmes sorprendió a los locales y abrió el marcador tras una excelente combinación ofensiva por sector izquierdo de su ataque.
Barlatay se escapó por el costado y cedió para Giampietri, quien dentro del área y de primera puso de cara al gol a Alejandro Domínguez, autor del tanto con un derechazo alto al palo izquierdo del arquero.
Con la ventaja, los dirigidos por Ricardo Rezza tomaron fuerza y empujaron contra el área de Huracán, que intentó mantener el desarrollo del partido lejos del arco de Ríos pero no tuvo ideas para alimentar con juego a sus solitarios delanteros a pesar de tener un jugador más.
Pero el cansancio y la expulsión de Domínguez atentaron contra las posibilidades de Quilmes y le permitieron al equipo de Carlos Babington igualar sobre el final con un gol del ingresado Di Carlo, quien luego de eliminar la marca de Baigorria definió con un zurdazo cruzado ante Lema.
Esa conquista terminó con los fantasmas y significó la explosión de un merecido festejo por un ascenso legítimo que no resiste cuestionamientos.
El equipo de Carlos Babington, justo campeón por su superioridad técnica sobre el resto, debió sufrir más de la cuenta ante un digno rival que no se entregó nunca, pese a terminar el encuentro con dos hombres menos.
Alejandro Domínguez al minuto del complemento había puesto en ventaja a Quilmes pero Fernando Di Carlo a los 44' igualó para los dirigidos por Carlos Babington.
Precisamente, el "Chori" en el segundo tiempo y Fabio Lenguita, en la primera parte, fueron expulsados en Quilmes por el árbitro Claudio Martín.
En la primera final, disputada la semana pasada, Huracán había vencido de visitante a Quilmes 1-0, con gol de Gastón Casas.
Pura emoción
La primera parte fue muy emocionante porque Quilmes asumió desde el inicio una postura ambiciosa ante un especulativo Huracán y dispuso tres situaciones claras para desnivelar.
Fundamentado en la buena tarea de Ceferino Díaz y Fabio Lenguita en la mitad de la cancha, Quilmes mostró personalidad para manejar el partido aunque dependió demasiado de Giampietri para generar peligro.
Dos remates del "Máquina" y otro de Barlatay hicieron lucir al arquero Martín Ríos, una de las figuras en la primera media hora de juego.
Sorprendió Quilmes
En el comienzo del segundo tiempo, Quilmes sorprendió a los locales y abrió el marcador tras una excelente combinación ofensiva por sector izquierdo de su ataque.
Barlatay se escapó por el costado y cedió para Giampietri, quien dentro del área y de primera puso de cara al gol a Alejandro Domínguez, autor del tanto con un derechazo alto al palo izquierdo del arquero.
Con la ventaja, los dirigidos por Ricardo Rezza tomaron fuerza y empujaron contra el área de Huracán, que intentó mantener el desarrollo del partido lejos del arco de Ríos pero no tuvo ideas para alimentar con juego a sus solitarios delanteros a pesar de tener un jugador más.
Pero el cansancio y la expulsión de Domínguez atentaron contra las posibilidades de Quilmes y le permitieron al equipo de Carlos Babington igualar sobre el final con un gol del ingresado Di Carlo, quien luego de eliminar la marca de Baigorria definió con un zurdazo cruzado ante Lema.
Esa conquista terminó con los fantasmas y significó la explosión de un merecido festejo por un ascenso legítimo que no resiste cuestionamientos.
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