A la pareja de Bahía Blanca le pegaron dos tiros en la nuca

BAHIA BLANCA.- El hijo de un comisario bonaerense y su novia, encontrados muertos el lunes último en un descampado cercano a la ciudad de Coronel Suárez, fueron ejecutados de dos disparos en la nuca cada uno y los investigadores no descartan que los asesinos hayan actuado en "represalia" contra el jefe policial.

De acuerdo al resultado de las autopsias realizadas ayer a los cuerpos de las víctimas, Horacio Iglesia y María Victoria Chiaradía fueron asesinados de dos balazos en la nuca cada uno, efectuados por una pistola calibre 22.
Según fuentes vinculadas a la investigación, a los detectives les llamó la atención el calibre del arma utilizada en el crimen debido a que -dijeron- no es común que delincuentes utilicen ese tipo de pistola. Este dato, no obstante, fue relativizado por allegados a la fiscalía.
Los jóvenes, ambos de 19 años, habían desaparecido el domingo 27 de agosto y fueron encontrados muertos recién en la tarde de antes de ayer en un campo ubicado a 70 kilómetros de Coronel Suárez y a 133 de Bahía Blanca, ciudad en la que residían.
El hecho provocó conmoción en toda la región, al punto de que las autoridades de Seguridad bonaerense, entre ellas el ministro Ramón Verón y el jefe de la Policía Bonaerense Eduardo Martínez, viajaron de inmediato hacia la zona para encabezar las investigaciones.
Fuentes policiales aseguraron que el hijo del segundo jefe de la Departamental de Trenque Lauquen, Héctor Iglesia, y su novia Chiaradía habrían sido asesinados el mismo día en que desaparecieron y en el mismo lugar en el que fueron encontrados, a 200 metros del camino vecinal conocido por los lugareños como La Laura.
Justamente, un peón rural que realizaba tareas de fumigación en el campo Sauce Corto fue quien encontró los cadáveres y dio aviso a la policía.
Allí, en un pequeño monte de pinos y pastos altos aparecieron los cuerpos de los jóvenes, casi pegados, con sus ropas impecables y sin rastros de haber sufrido algún otro tipo de agresión física.
"La chica estaba casi como abrazada al cuerpo de su novio. Estaba acurrucada de costado y con su brazo derecho sobre el pecho de Horacio. El chico también apareció recostado hacia un lado, con una pierna extendida y la otra flexionada", dijo una alta fuente de la investigación.
Los peritos de la Policía Científica de nuestra ciudad llegaron a esa zona recién cerca de la medianoche y trabajaron en el lugar hasta pasadas las cuatro de la madrugada, momento en que permitieron levantar los cuerpos y enviarlos a la Morgue de la ciudad de Bahía Blanca para efectuar las autopsias.
En el lugar, los especialistas encontraron las cuatro vainas calibre 22 utilizadas para matar a los jóvenes, aunque no pudieron detectar ningún otro tipo de elemento importante para la investigación.
El jefe de la Delegación de Investigaciones de Bahía Blanca, Héctor Díaz, aseguró que "los chicos no tenían los documentos, ni billeteras, ni tampoco estaba la cartera de la joven".
Si bien no se descarta ninguna hipótesis, incluida la de robo, los investigadores sospechan que las razones más firmes del doble homicidio podrían estar en una "represalia" contra el padre del joven.
El ministro Verón aseguró que el hecho podría tratarse de "una represalia por la función que cumple el padre".
"No acepto la posibilidad de que se haya tratado de un ajuste de cuentas, porque eso ocurre sólo entre delincuentes. Existe alguna posibilidad de una represalia, pero eso es tarea de investigación", dijo el funcionario durante una breve conferencia de prensa.
Fuentes cercanas a la investigación no descartan que este doble homicidio tenga alguna vinculación con un hecho ocurrido en octubre de 1997, cuando una prostituta identificada como Viviana Aguilera apareció estrangulada en una ruta local (Ver nota aparte).
En aquella oportunidad, el marido de la mujer, Mario Lapizondo, y un amigo de éste, Pedro Dalbora, fueron apresados a los pocos días, acusados del crimen.
Sin embargo, los detenidos se declararon inocentes, fueron excarcelados al poco tiempo y acusaron a agentes de la policía local, entre los que estaba Iglesia, de haber sido los autores del hecho.
La pareja bahiense había desaparecido la madrugada del domingo 27 de agosto. Los jóvenes les dijeron a sus padres que salían al cine, pero nunca más volvieron.
El último contacto que tuvieron con sus familiares fue a las 5.30 de ese día, cuando María Victoria llamó a su madre para avisarle que habían tenido un problema con el auto.

Dos horas después de recibir el llamado, la mamá de la chica realizó una denuncia en la seccional de Bahía Blanca por averiguación de paradero.
El encargado de una estación de servicio de Bahía Blanca declaró como testigo protegido que el domingo 27 de agosto a la madrugada vio en su lugar de trabajo a las víctimas junto a otras cuatro personas.
El testigo declaró que el domingo 27 de agosto a la madrugada vio en la estación de servicio en la que trabaja en Bahía Blanca a la pareja de jóvenes en el interior de un auto Corsa, y que en el vehículo había además otra persona, dijeron las fuentes.
El auto Chevrolet Corsa gris en el que se movilizaban, propiedad del comisario Iglesia, apareció abandonado el martes pasado en la localidad de General La Madrid, a más de 250 kilómetros de Bahía Blanca.