Ruth Gamboa Campos de Azcona: a un mes de su muerte

En su tranquilo retiro de Buenos Aires falleció hace un mes la señora Ruth Gamboa Campos de Azcona. Había nacido hace 84 años en la casona familiar de 8 entre 60 y 61, en la que fuera la antigua sede del Jockey Club -hoy dependencias de la Universidad- en el hogar formado por Ricardo Gamboa -subdirector general de Rentas- y Lía Campos Otamendi, ambos miembros de prestigiosas familias argentinas radicadas en La Plata con la fundación y era nieta del coronel Julio Campos, gobernador de La Rioja, presidente del Banco Provincia de Buenos Aires y de la Cámara de Diputados y mártir de la Revolución de 1890 - cuyo nombre lleva la calle 56.
Gamboa Campos cursó sus estudios en el Colegio María Auxiliadora graduándose como concertista de piano en el Conservatorio del maestro José V. Caselli, dedicando muchos años de su vida a la ejecución del mismo con preferencia a hacerlo en el reducto íntimo de familiares y amigos.
Casada con Pablo Azcona, directivo de la filial Estudiantes de Buenos Aires e integrante de la primera promoción de oficiales de Gendarmería Nacional, acompañó a su marido en sus distintos destinos como Chaco, Misiones, Tierra del Fuego -donde fue jefe de Policía-, entre otros, radicándose finalmente en Buenos Aires, aunque sin perder contacto con su ciudad natal, donde vive gran parte de su familia, viajando a ésta casi semanalmente hasta caer enferma.
Sociable, conversadora, habilidosa, simpática, de impecable presencia, muy familiera, muy viajera, cosechó gran número de amigas y supo brindar su hospitalidad -a la que se sumaba su esposo- en su hogar y en sus casas de veraneo en Mar del Plata y Malaver, todas caracterizadas por su exquisito buen gusto e impecable prolijidad.
También con su marido fue habitué del Club Francés, donde se destacó por sus amenas charlas y por la fogosidad con la que defendía sus ideas. En sus conversaciones gustaba recordar episodios de su infancia en la estancia familias "15 de febrero" de Lobería, los bailes juveniles del Jockey Club, etc.
Profundamente católica, su fe inquebrantable le permitió, sin duda, sobrellevar con entereza duras pruebas con las que la enfrentó el destino, que no lograron vencer la fortaleza de su espíritu.
Previo oficio religioso sus restos fueron inhumados ante crecida concurrencia, en el Cementerio de la Recoleta.

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