Cariló, el Bosque en el que la crisis siguió de largo

Paisajes, descanso y glamour en el balneario más exclusivo del Atlántico bonaerense.

CARILO (Enviado especial, Feno Tartaglia).- Tiene el silencio, la magia del bosque y el placer del aire puro. Playas, mar, y médanos. Y gente que se desplaza en sus 4 x 4, "four track", autos importados para todos los gustos, lujosos aparts y hoteles. Y además, casas de ensueño. Es el lugar ideal para el descanso, no sólo en verano sino también en invierno. Es el balneario selecto por excelencia, el más exclusivo de nuestro país, en el que, claramente, se refleja otra Argentina.
Este punto de la costa atlántica inspirado por la familia Guerrero, encuentra tal vez su máxima virtud en ser un paraíso natural alejado de toda infraestructura que se asemeje a una ciudad invadida por el cemento. Y es que cuando el visitante ingresa a este balneario por la avenida Divisadero, desde Pinamar, se encuentra con un bosque conformado por infinidad de especies. Recorrer sus calles de arena afirmadas, sin luminarias, ni cables que impidan mantener una relación con la naturaleza, y un paisaje lleno de colorido constituyen el primer placer con que Cariló recibe a su gente.
Ni bien se cruza la barrera virtual -producto del ingreso restricto de décadas anteriores- hoy se levantan diferentes estilos arquitectónicos que conforman un ecléctico abanico, aunque en todos los casos se preserva la calidez de la madera combinada con piedra y los techos a dos aguas, en construcciones que con la belleza de sus parques no presentan obstáculo alguno a ninguno de los sentidos.
Pero la particular belleza de las construcciones en este balneario de ensueño no se agota en ese primer centro urbano, sino que se prolonga hasta las orillas mismas del mar, donde se levantan otras con miradores, jardines de invierno y grandes ventanales con vista panorámica hacia los 300 metros de sus playas.

LOS DEPORTES MAS SELECTOS
Ya en el corazón del Bosque, se levantan lugares no menos bellos para disfrutar de los deportes más selectos. Como el Cariló Golf Club, una importante cancha de 18 hoyos que fue inaugurada en su momento en un match-desafío que tuvo como protagonistas nada más y nada menos que al gran maestro Roberto de Vicenzo y al actual primer profesional de esta entidad, Pocholo Zainsteguer, en los mismos links que hoy recorren famosos, políticos, empresarios, artistas y deportistas en general.
El tenis tampoco se queda atrás a la hora de seducir adeptos. El Cariló Tenis Ranch es el lugar que cuenta con la infraestructura y la gama de servicios necesarios para recibir a los amantes de la raqueta.
También está representada la actividad ecuestre, en este caso por su club hípico, donde se puede disfrutar de clases de equitación, como así también de las cabalgatas diurnas y nocturnas, mientras que por aquí también la náutica tiene su club de seguidores, que desarrollan la práctica del surf, el windsurf y de las infaltables motos de agua.

ALQUILERES Y COMIDAS
Y si bien es cierto que para comprar aquí una prenda de primera marca hay que contar con una billetera bien cargada o con una tarjeta de crédito gold, no sucede lo mismo con la oferta gastronómica, la cual es amplia y con precios para todos los bolsillos. Obviamente, hay lugares selectos, puntuales, los cuales son concurridos año tras año por aquellos que son habitués de Cariló, donde un plato principal cotiza a partir de los 20 pesos hacia arriba.
Pero también están las pizzerías, sandwiucherías, cafés, que muestran precios similares a los de cualquier otro lugar turístico. Una pizza grande sin tantos lujos tiene un precio de entre 8 y 10 pesos, en tanto que a la hora de solicitar especiales o bien los famosos calzonis ya hay que hablar de 12 para arriba.
Las pastas también tienen su gama de valores, dependiendo claro está del lugar elegido. Se puede comer por $10 más la salsa a elección o bien, degustar de unos "fetuccinis" con frutos de mar a 20 pesos el plato.
El centro comercial también ofrece otro tipo de comidas, como las que cuentan con un toque español, mexicano o francés, sin olvidarnos de las parrillas y la cocina mediterránea. En estos casos, por lo general siempre se apunta a la clientela de alto poder adquisitivo.
La competencia por la oferta de helados artesanales es enorme, por la presencia de las primeras marcas nacionales. En este rubro, reflejado por la situación de las innumerables opciones, los valores son normales, similares a otros puntos de esta costa.
Al momento de alquilar, si se piensa en Cariló para cumplir con el sueño de vivir rodeado de un bosque paradisíaco, los valores oscilan entre los 1600 y los 2000 pesos para los dúplex (por una semana); desde 990 a 1.300 (con desayuno o media pensión) en hosterías por espacio de 7 noches, mientras que en un hotel cuatro estrellas una habitación standard ronda los $345 la noche, y la suite $480. A esto se le debe sumar un adicional por cochera y otros servicios. En tanto, los alquileres de las casas arrancan desde los 7.000 pesos en adelante, por quincena.
Cariló, en definitiva, es un paraíso, un lugar de ensueño donde la crisis -si bien por ser un sitio de empresarios y políticos es tema de comentarios y de charlas todos los días- pasa de largo y sin parada. En este verano están César Luis Menotti, Dante Caputo, Mario Pergolini y el actual ministro de Economía Roberto Lavagna, entre muchos otros habitantes de esta otra Argentina.

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