Pedagogo italiano Tonucci presenta en La Plata su proyecto sobre los niños

"Los niños ven cosas que nosotros no vemos o no queremos ver, y hay que aprovechar esa cualidad para que nos enseñen a entender las necesidades de todos". La definición pertenece a Francesco Tonucci, el pedagogo e investigador italiano que recorre el mundo difundiendo sus propuestas orientadas a "generar el cambio hacia una sociedad más equitativa", y hoy participará en el lanzamiento del proyecto "La ciudad de los niños" en la EGB Nº31 de Tolosa.

La charla del prestigioso educador se desarrollará a partir de las 9,30, en las instalaciones del establecimiento educativo ubicado en 3 entre 527 y 528. El mentor de la iniciativa nacida hace quince años, ya implementado en 80 ciudades europeas -Roma incluida- y varias más alrededor del mundo -entre ellas Rosario-, aclara que "no se trata de un proyecto educativo ni didáctico, no se trata de ofrecer más conocimientos ni servicios a los niños, sino aprovecharlos para que nos enseñen a los adultos".

"La ciudad de los niños" contempla, entre otras acciones, la formación de "consejos municipales de niños", que nacen en las escuelas, se desarrollan y funcionan dentro de ellas; estos órganos ofrecen a los adultos de la ciudad sus puntos de vista. "Tal como están las cosas, estamos asistiendo a la muerte de las ciudades; son cada vez más hostiles, dejaron de ser un lugar para vivir y se están convirtiendo en un espacio para circular" señala Tonucci: "así, los criterios que organizan nuestras ciudades responden a las demandas del negocio, del consumo y del tránsito y menos a las de sus habitantes".

En ese sentido el pedagogo nacido en Fano, en 1941, cree que "hay una población vulnerable que no sabemos representar; los adultos están acostumbrados a gobernar teniendo en cuenta sus propias necesidades. Pero el niño es capaz de reflejar las necesidades de todos; si una ciudad se ajusta a las necesidades de los niños, es seguramente una ciudad mejor para todos".

"Los niños necesitan más espacios para jugar; es necesario que salgan de sus casas y puedan hacerlo con sus pares. Compartir con los demás y no estar siempre encerrados 'solos y contentos' frente a la TV o la computadora, u ocupados por las tardes con cursos y cursillos. Sus espacios deben crecer con ellos" asegura Tonucci: "jugar es una de las experiencias formativas más importantes en la vida, y los chicos tendrían que poder hacerlo en el espacio público. Pero no es así; en Roma, por ejemplo, los chicos sacaron la conclusión de que a los adultos les interesan más sus coches que sus hijos".

Hace dos años, Tonucci firmó un acta de compromiso con la Comuna local: explica que "por ahora, no se ha hecho mucho". Y agrega: "vamos a ver si las autoridades le pueden dar al proyecto un impulso concreto. Generar el cambio no implica gastar más dinero sino, en todo caso, hacerlo mejor. Además, ya se dijo alguna vez que 'cada dólar invertido en la infancia produce siete en el futuro'".