La ciencia quiere conocer la cara de Juana de Arco
Harán análisis de ADN y pruebas anatómicas en huesos recuperados de la pira donde murió
| 14 de Febrero de 2006 | 00:00

Un equipo médico francés examinará durante seis meses los restos de Juana de Arco, la heroína quemada en la hoguera en la ciudad francesa de Rouen, a los 19 años de edad, en el año 1431, y se les realizará un examen completo de ADN con la finalidad, entre otras, de reconstruir su rostro.
"Analizaremos los restos que fueron recuperados de debajo de la pira de la hoguera, sobre todo huesos y fragmentos de piel que se han preservado durante generaciones", declaró el médico Philippe Charlier, quien realizará un análisis completo de ADN.
La joven, conocida como "la doncella de Orleans", fue ejecutada en 1431 tras ser condenada por herejía por la Inquisición y las autoridades británicas, cuyas tropas ella había combatido durante la "Guerra de los Cien Años".
No obstante, Juana de Arco, quien desde los 13 años decía que oía voces acompañadas de luz que guiaban sus acciones, ya a los 17 años fue considerada por Francia como una heroína.
"No sabemos casi nada de Juana de Arco, ni siquiera tenemos un retrato de ella. Incluso la armadura que se dice le perteneció, es póstuma", dijo Charlier a la prensa.
Incluso, 25 años después de su muerte, el papa Calixto III reabrió su caso y anuló la condena. Finalmente, fue canonizada por el papa Benedicto XV en mayo de 1920.
Los exámenes que realizará Charlier incluirán pruebas anatómicas y de rayos X, que permitirán poder identificar los restos. Charlier es especialista en medicina forense y ya analizó los restos de otros personajes históricos.
En 2005, su equipo estableció la causa de la muerte de Agnes Sorel (1422-1450), la amante de Carlos VII de Francia, quien según los estudios actuales, murió a causa de un envenenamiento con mercurio, aunque no pudo establecer si se trató de un accidente o un asesinato.
LA DONCELLA DE ORLEANS
La que más tarde sería llamada "La Doncella de Orleans" y luego canonizada por la Iglesia en 1920 bajo el nombre de Santa Juana de Arco, nació el 6 de enero de 1412 en un humilde hogar francés de labradores. Y por aquellos días en la que por entonces niña se ocupaba de apacentar las ovejas de su padre, corría en Francia una leyenda profética atribuida al hechicero Merlin que indicaba que la nación sufriría una prolongada guerra, con graves pérdidas, y solamente sería salvada por una mujer.
Cuenta la historia, y la leyenda, que a los 13 años de edad la joven Juana oyó voces del arcángel San Miguel y en otras ocasiones de Santa Margarita y Santa Catalina, anunciándole que debía emprender la liberación de Francia, por entonces bajo el yugo inglés.
Persuadida de que debía seguir esos anuncios, tras muchas cavilaciones la joven decidió acudir al heredero del trono de Francia, el Delfin Carlos, quien para probar a Juana decidió recibirla disfrazado y semioculto entre la concurrencia del palacio, no obstante lo cual la joven, sin vacilar, se dirigió hacia él, arrodillándose.
Convencido por ese hecho, el heredero le hizo entregar una armadura, le ciñó la espada y la puso al frente de 5.000 hombres para que emprendiera la reconquista de Francia.
Juana de Arco consiguió, tras dura lucha, vencer a los ingleses en Orleans, obligándolos a levantar el largo sitio que habían sostenido contra esa ciudad. Y luego de otras victorias, hizo consagrar al Delfin como Rey de Francia, bajo el nombre de Carlos VII, en la catedral de Reims.
No obstante, y tras luchar temerariamente al frente de sus hombres, Juana fue hecha prisionera por los borgoñeses en Compiegne. El duque de Borgoña la entregó a los ingleses, que la condujeron a Rouen, donde fue acusada de brujería y herejía y en donde la Inquisición, tras un largo juicio, la condenó a morir en la hoguera.
De sus últimas horas, se cuenta que "...Juana, la frágil jovencita lorenesa que ha conducido a los ejércitos franceses al triunfo contra Inglaterra, no resiste más la tortura. El borceguí de madera con púas interiores le ha provocado un dolor tan ulcerante y agudo que le eriza hasta el último pelo de la cabeza. Tiene la lengua retorcida y los ojos se le precipitan fuera de las órbitas".
"Los huesos de las manos parecen querer salírseles por las yemas descarnadas, tan fuerte es la tensión que hace para zafarse de las ligaduras que la atan al tormento. El estómago es un hueco alimentado tan solo a puñetazos, y el vacío le trepa a la garganta..."
Ahora, gracias a la ciencia, los franceses y el mundo entero podrán conocer algo más de la mítica heroína que murió quemada en la hoguera. Entre otras cosas, su cara.
"Analizaremos los restos que fueron recuperados de debajo de la pira de la hoguera, sobre todo huesos y fragmentos de piel que se han preservado durante generaciones", declaró el médico Philippe Charlier, quien realizará un análisis completo de ADN.
La joven, conocida como "la doncella de Orleans", fue ejecutada en 1431 tras ser condenada por herejía por la Inquisición y las autoridades británicas, cuyas tropas ella había combatido durante la "Guerra de los Cien Años".
No obstante, Juana de Arco, quien desde los 13 años decía que oía voces acompañadas de luz que guiaban sus acciones, ya a los 17 años fue considerada por Francia como una heroína.
"No sabemos casi nada de Juana de Arco, ni siquiera tenemos un retrato de ella. Incluso la armadura que se dice le perteneció, es póstuma", dijo Charlier a la prensa.
Incluso, 25 años después de su muerte, el papa Calixto III reabrió su caso y anuló la condena. Finalmente, fue canonizada por el papa Benedicto XV en mayo de 1920.
Los exámenes que realizará Charlier incluirán pruebas anatómicas y de rayos X, que permitirán poder identificar los restos. Charlier es especialista en medicina forense y ya analizó los restos de otros personajes históricos.
En 2005, su equipo estableció la causa de la muerte de Agnes Sorel (1422-1450), la amante de Carlos VII de Francia, quien según los estudios actuales, murió a causa de un envenenamiento con mercurio, aunque no pudo establecer si se trató de un accidente o un asesinato.
LA DONCELLA DE ORLEANS
La que más tarde sería llamada "La Doncella de Orleans" y luego canonizada por la Iglesia en 1920 bajo el nombre de Santa Juana de Arco, nació el 6 de enero de 1412 en un humilde hogar francés de labradores. Y por aquellos días en la que por entonces niña se ocupaba de apacentar las ovejas de su padre, corría en Francia una leyenda profética atribuida al hechicero Merlin que indicaba que la nación sufriría una prolongada guerra, con graves pérdidas, y solamente sería salvada por una mujer.
Cuenta la historia, y la leyenda, que a los 13 años de edad la joven Juana oyó voces del arcángel San Miguel y en otras ocasiones de Santa Margarita y Santa Catalina, anunciándole que debía emprender la liberación de Francia, por entonces bajo el yugo inglés.
Persuadida de que debía seguir esos anuncios, tras muchas cavilaciones la joven decidió acudir al heredero del trono de Francia, el Delfin Carlos, quien para probar a Juana decidió recibirla disfrazado y semioculto entre la concurrencia del palacio, no obstante lo cual la joven, sin vacilar, se dirigió hacia él, arrodillándose.
Convencido por ese hecho, el heredero le hizo entregar una armadura, le ciñó la espada y la puso al frente de 5.000 hombres para que emprendiera la reconquista de Francia.
Juana de Arco consiguió, tras dura lucha, vencer a los ingleses en Orleans, obligándolos a levantar el largo sitio que habían sostenido contra esa ciudad. Y luego de otras victorias, hizo consagrar al Delfin como Rey de Francia, bajo el nombre de Carlos VII, en la catedral de Reims.
No obstante, y tras luchar temerariamente al frente de sus hombres, Juana fue hecha prisionera por los borgoñeses en Compiegne. El duque de Borgoña la entregó a los ingleses, que la condujeron a Rouen, donde fue acusada de brujería y herejía y en donde la Inquisición, tras un largo juicio, la condenó a morir en la hoguera.
De sus últimas horas, se cuenta que "...Juana, la frágil jovencita lorenesa que ha conducido a los ejércitos franceses al triunfo contra Inglaterra, no resiste más la tortura. El borceguí de madera con púas interiores le ha provocado un dolor tan ulcerante y agudo que le eriza hasta el último pelo de la cabeza. Tiene la lengua retorcida y los ojos se le precipitan fuera de las órbitas".
"Los huesos de las manos parecen querer salírseles por las yemas descarnadas, tan fuerte es la tensión que hace para zafarse de las ligaduras que la atan al tormento. El estómago es un hueco alimentado tan solo a puñetazos, y el vacío le trepa a la garganta..."
Ahora, gracias a la ciencia, los franceses y el mundo entero podrán conocer algo más de la mítica heroína que murió quemada en la hoguera. Entre otras cosas, su cara.
Las noticias locales nunca fueron tan importantes
SUSCRIBITE