En casa

El tiempo se encarga de borrar todo. Nadie podía imaginar que Juan Román Riquelme regresaría a Boca con Mauricio Macri, de presidente teniendo en cuenta todo lo que pasó entre ellos antes que Román fuera transferido al Barcelona; pero los rencores quedaron al margen y ayer Juan Román Riquelme le agradeció a Mauricio Macri y Pedro Pompilio haberlo traído al club, en la presentación oficial de Román como nuevo jugador de Boca por seis meses.

Riquelme, visiblemente feliz por este momento, recibió de Macri en el comienzo de la presentación del jugador, un muñeco Topo Gigio con la camiseta de Boca que desató las carcajadas de todos los presentes en la sala de conferencias de Boca. Recordemos que Riquelme hizo famoso al Topo Gigio cuando lo utilizó como elemento de protesta en un clásico ante River al convertir un gol y plantarse frente al palco oficial y colocar sus dos manos sobre sus orejas.

El tiempo pasó y hoy entre Boca y Riquelme es todo felicidad. Mauricio Macri le dio la bienvenida a Román, «es un lindo día para la familia boquense, le dije a Román que estuve en Carlos Paz y Villa María el fin de semana y fue impresionante la alegría de los hinchas de Boca. Boca es una familia donde todos podemos trabajar por más que haya distintas opiniones», dijo Macri.

Riquelme tomó la posta y le agradeció a Macri y Pompilio el esfuerzo realizado, «quiero agradecerle al presidente y a Pedro el hecho de disfrutar y vestir la camiseta que tanto quiero. Trataré de dar lo mejor, y espero que en junio podamos estar festejando un título y esperemos que sea la Copa».
«Siento felicidad, hace dos días que vengo hablando con el presidente y estoy muy feliz. También quiero darle a la gente todo el cariño que me dio. Hoy es especial porque voy a jugar con la camiseta del club que tanto quiero», afirmó.

Sobre si estará el domingo, Riquelme dijo, «entrenaré toda la semana y si el técnico me ve bien, el domingo no tendré problemas de jugar. Hablé con el y me preguntó como estaba y le dije que estaba feliz, quiero jugar lo más rápido posible».

Luego el jugador reconoció que quería venir por un año a Boca, «mi intención era venir por un año, pero el Villarreal no lo permitía, hace tiempo que quería ponerme la camiseta de Boca».

Luego se refirió a la Selección, a la cual renunció hace cinco meses y dejó una pequeña puerta abierta, «yo ahora pienso en jugar el domingo, la selección argentina, más adelante se verá. Quiero pensar en Boca y más adelante la Selección, pero seguro que para cada jugador, la Selección es lo más importante que hay».

Riquelme también habló de las diferencias entre Boca y jugar en Europa, «extrañé todo. Como Boca no hay nada igual. Me tocó jugar la Copa de Campeones y nada se compara a Boca. La gente acá es especial y La Bombonera se mueve todos los domingos, ojalá que Palermo pueda ser goleador y yo lo pueda ayudar», dijo.

También por radio La Red, en el programa Un Buen Momento, le agradeció a Daniel Passarella y a José María Aguilar haberse ocupado de él en un momento difícil de su vida, y explicó su situación con Manuel Pellegrini, «yo con él no andaba ni bien ni mal, le deseo lo mejor, pero lo que no me gustaba era que un hombre de 50 años hiciera lo que le dicen los de arriba».

SIN PARAR

Román comenzó el día muy temprano. A primera hora de la mañana salió de su casa en Don Torcuato con su hermano Cristian a bordo de un Peugeot 307 y se fue hasta Salguero y Corrientes para cumplir con una parte de los estudios, hasta allí todo dentro de los planes; pero lo que sorprendió es que desde allí partió con rumbo a Barrio Parque a buscar a Mauricio Macri por su casa y ambos llegaron juntos a Casa Amarilla cuando eran las 11.20 de la mañana en el auto de Román, y minutos después llegó el auto de Macri manejado por su chofer. Un gesto de Riquelme que le cayó muy bien al presidente.

Ambos se metieron en el vestuario de Casa Amarilla donde fueron recibidos por Miguel Angel Russo y el resto del plantel. Riquelme saludó a sus ex compañeros de su anterior paso por el club y a los nuevos jugadores, con los que no compartió el vestuario de Boca, y luego charló un rato con Russo sobre el plan de trabajo que organizó el profesor Guillermo Cinquetti para estos días y acordaron que el jueves, cuando el técnico regrese de Bolivia, definirá si Román jugará el domingo contra Rosario Central, situación que tiene muchas posibilidades que se produzca. Macri se fue de Casa Amarilla sin hacer declaraciones y Riquelme, -un rato después-, salió por la puerta del vestuario vivado por los cien hinchas que se juntaron en la puerta de Casa Amarilla, se subió y una vez que cruzó el portón de Casa Amarilla los simpatizantes hicieron sentir el grito que tronará el domingo en La Bombonera, ¡Riquelme, Riquelme, Riquelme!.

Por la tarde Román pasó por el cardiólogo donde se realizó una ergometría y a eso de las 19 otra vez a Boca, para firmar su contrato y ser hoy tapa de todos los diarios.