La revolución del azafrán
| 27 de Septiembre de 2007 | 00:00

Los analistas internacionales han comenzado a llamar a la revuelta en Myanmar "la Revolución del Azafrán", por el color de los trajes de los monjes budistas que encabezan la mayor protesta en contra la junta militar que gobierna el país.
Las protestas registradas en los últimos días buscan una apertura democrática en esa ex colonia británica del este de Asia, gobernada por militares desde hace 45 años y donde todavía se recuerda las más de 3.000 muertes de una revuelta similar en 1988. Las protestas, encabezadas por monjes budistas, subieron de intensidad en los últimos días tras un fuerte incremento en el precio de alimentos básicos y combustibles, pese a que el país ocupa el décimo lugar global en reservas de gas y petróleo, según el Banco Mundial.
En agosto pasado, la junta militar que gobierna desde hace 19 años decretó un aumento del cien por ciento en los combustibles y del 66 por ciento en alimentos como el aceite y el arroz, base de la dieta de los birmanos. Myanmar se llamaba anteriormente Birmania, nombre del país desde la época de la colonia británica que mantuvo hasta 1988, tras su independencia en 1948, cuando una junta militar derrocó un gobierno de generales comunistas y derogó la constitución vigente desde 1974. Un movimiento de protesta que exigía una mayor apertura democrática, en sintonía con el declive de la Unión Soviética y la protestas en Europa del Este, desembocó en un golpe de Estado y la conformación de una junta militar el 18 de setiembre de 1988. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas, con un saldo de más de 3.000 muertos, según datos de organismos de derechos humanos y la ONU. El nuevo gobierno convocó a elecciones en 1990, en las que se impuso el partido Liga para una Nueva Democracia (NDL), de Aung San Suu Kyi, hija del fundador del Ejército y máximo héroe de Myanmar, Aung San, y premio Nobel en 1991. Las elecciones fueron anuladas por los militares, la presidenta electa fue encarcelada en 1996 y desde entonces se negaron a una nueva apertura hasta las manifestaciones de los últimos días, encabezadas por monjes budistas, la principal corriente religiosa del país.
Las protestas registradas en los últimos días buscan una apertura democrática en esa ex colonia británica del este de Asia, gobernada por militares desde hace 45 años y donde todavía se recuerda las más de 3.000 muertes de una revuelta similar en 1988. Las protestas, encabezadas por monjes budistas, subieron de intensidad en los últimos días tras un fuerte incremento en el precio de alimentos básicos y combustibles, pese a que el país ocupa el décimo lugar global en reservas de gas y petróleo, según el Banco Mundial.
En agosto pasado, la junta militar que gobierna desde hace 19 años decretó un aumento del cien por ciento en los combustibles y del 66 por ciento en alimentos como el aceite y el arroz, base de la dieta de los birmanos. Myanmar se llamaba anteriormente Birmania, nombre del país desde la época de la colonia británica que mantuvo hasta 1988, tras su independencia en 1948, cuando una junta militar derrocó un gobierno de generales comunistas y derogó la constitución vigente desde 1974. Un movimiento de protesta que exigía una mayor apertura democrática, en sintonía con el declive de la Unión Soviética y la protestas en Europa del Este, desembocó en un golpe de Estado y la conformación de una junta militar el 18 de setiembre de 1988. Las manifestaciones fueron duramente reprimidas, con un saldo de más de 3.000 muertos, según datos de organismos de derechos humanos y la ONU. El nuevo gobierno convocó a elecciones en 1990, en las que se impuso el partido Liga para una Nueva Democracia (NDL), de Aung San Suu Kyi, hija del fundador del Ejército y máximo héroe de Myanmar, Aung San, y premio Nobel en 1991. Las elecciones fueron anuladas por los militares, la presidenta electa fue encarcelada en 1996 y desde entonces se negaron a una nueva apertura hasta las manifestaciones de los últimos días, encabezadas por monjes budistas, la principal corriente religiosa del país.
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