El árbitro: Beligoy, en un discreto nivel
| 20 de Septiembre de 2008 | 00:00

Pese a que no tuvo muchos inconvenientes desde la conducta y el comportamiento de los protagonistas, el trabajo de Federico Beligoy nunca llegó a ser lucido. No cometió errores groseros que condicionar el trámite del juego y, mucho menos, el resultado final, pero no logró escapar a una serie de desprolijidades que contribuyeron para que el partido decayera en ritmo. La jugada más difícil fue la del penal para San Lorenzo (que de todos modos no fue gol, Blázquez se lo atajó a González) porque pese al grosero error de Candia en el despeje, la caída de Aureliano Torres en el área no pareció ser producto de una falta del defensor. No existieron simulaciones ni malas artes por lo que no debió recurrir a demasiadas tarjetas.
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