Aprender a cocinar en el comedor comunitario
Madres vinculadas a tres comedores barriales recibieron nociones de cocina y alimentación en cursos organizados por el Rotary Club y el Banco Alimentario de La Plata
| 22 de Noviembre de 2009 | 00:00
¿Cómo optimizar el valor nutricional de los alimentos? ¿A qué nuevas ideas recurrir para comer más sano y más rico, aún utilizando ingredientes de bajo costo? ¿Cómo manipular alimentos sin riesgo para la salud? Estos fueron algunos de los interrogantes que 22 mujeres vinculadas a comedores comunitarios de Tolosa llevaron a las clases de cocina y manipulación de alimentos, que por iniciativa del Rotary Club y el Banco Alimentario de La Plata, se llevaron a cabo recientemente en tres de esos establecimientos.
La iniciativa se enmarcó en el Programa de Ayuda Solidaria (PAS), una acción que desde 2001 desarrollan 17 grupos rotarios de la región con el objeto de proveer alimentos a 25 comedores de la zona donde comen a diario más de 2.000 chicos.
"La idea del curso de cocina y manipulación de alimentos fue complementar un poco ese programa, desterrar pautas de alimentación negativas e instalar otras, más sanas", cuenta Nora Justo desde el Rotary Club La Plata, uno de los clubes rotarios participantes.
Al curso -que fue dictado por las profesoras Alicia Larumbre y Matilde Fortunato- se acercaron voluntariamente no sólo las habituales cocineras de los comedores, sino las ayudantes de esas cocineras -generalmente mamás que se desempeñan allí- y otras mujeres del barrio, interesadas en el tema.
Los prineros comedores donde se hicieron los cursos fueron "Los niños primero", de 522 entre 117 y 118, "Los Carreros", de 522 y 122 y el "Hogar Materno Infantil", de 520 entre 9 y 10 de Tolosa.
LAS DUDAS MAS FRECUENTES
Una de las primeras cuestiones que surgió en los debates fue el tema de la leche. De las conversaciones surgió que muchas mujeres del barrio dejaban de insistir cuando sus hijos rechazaban el consumo de leche, a lo cual las responsables del curso dieron alternativas para incorporar la leche a la dieta.
Otro punto que se conversó fue el de la cocción de la carne. Según indicaron los organizadores, muchas mujeres de los barrios vinculados a los comedores acostumbraban comer la carne demasiado jugosa, sin sospechar los peligros que eso supone, sobre todo para los chicos.
"Las instructoras explicaron que es importante llegar a cierto punto de cocción para evitar la presencia de bacterias que pueden ser nocivas sobre todo para los chicos", indicó Justo.
Otro de los problemas que encontraron fue un alto consumo de farináceos y una baja ingesta de verduras, lo que se trató de revertir a través de la difusión de recetas variadas y económicas.
"Cada clase se remataba con la enseñanza de dos recetas que permitían, con los mismos ingredientes presentes en los comedores, hacer comidas más sanas. Por ejemplo, se enseñó a hacer bocadillos de acelga y lechuga, ñoquis verdes y muchas comidas a base de verduras.
HACIA UNA MANIPULACION SANO DE LOS ALIMENTOS
Pero en lo que se hizo especial hincapié fue en la manipulación de los alimentos, para evitar prácticas arraigadas y que pueden motivar la transmisión de bacterias.
En ese sentido, se hizo mucho hincapié en indicaciones como la de no cortar alimentos crudos en la misma tabla que se cortan los cocidos.
La iniciativa del Rotary se enmarca en un programa que busca asistir a más de 2.000 chicos que comen a diario en 25 comedores de la región. Ese programa se llama PAS (Programa de Ayuda Solidaria) y se puso en marcha en el año 2001, en plena crisis.
Fue entonces cuando un grupo de 17 clubes rotarios de la zona se unió con ese fin, entregando desde entonces más de 150 toneladas de alimentos en más de 100 comedores.
El programa se caracteriza por contar, además de con el aporte de los clubes, con el de los llamados "donantes sostenedores", que son voluntarios que hacen sus contribución en alimentos no perecederos sin compromiso de continuidad y que hoy aportan el 70% de la mercadería entregada.
El programa fue distinguido en 2008 con el premio de la Conferencia Presidencial del Rotary como el más destacado entre los orientados a favorecer a los chicos, disminuyendo la mortalidad y posibilitando su crecimiento en la etapa inicial de sus vidas.
Los clubes rotarios que participan activamente en este programa son los de Abasto, Berisso, City Bell, El Dique, Ensenada, Jean Thompson, La Plata, La plata Norte, La Plata Oeste, La Plata Meridiano Vº, La Plata Tribunales, Los Hornos, Gonnet, Olmos, Etcheverry, Tolosa, Villa lisa, todos pertenecientes al distrito 4915 del Rotary Club Internacional.
Entre los comedores beneficiados se cuentan el de la ONG crecer, de Abasto; Nuestra Señora de Lorerto, de Berisso; Abriendo Caminos y Encuentro, de City Bell, Casita María y Locos Bajitos, de Ensenada; Cáritas Catedral, de La Plata; Tierra Nueva de La Plata Oeste; Cristo Reina, de Gonnet y Casita de Sol, de Villa Elisa.
Según indico Justo, las primeras experiencias de curso de cocina y manipulación de alimentos se hicieron en los comedores de Tolosa y la idea es llevarlo a partir de ahora, a otros comedores. El proyecto en marcha apunta a concretar seis nuevos cursos en los próximos meses.
¿La razón?: el alto grado de motivación que encontraron entre las mujeres de los barrios por saber más para mejorar su alimentación y la de sus familias.
La iniciativa se enmarcó en el Programa de Ayuda Solidaria (PAS), una acción que desde 2001 desarrollan 17 grupos rotarios de la región con el objeto de proveer alimentos a 25 comedores de la zona donde comen a diario más de 2.000 chicos.
"La idea del curso de cocina y manipulación de alimentos fue complementar un poco ese programa, desterrar pautas de alimentación negativas e instalar otras, más sanas", cuenta Nora Justo desde el Rotary Club La Plata, uno de los clubes rotarios participantes.
Al curso -que fue dictado por las profesoras Alicia Larumbre y Matilde Fortunato- se acercaron voluntariamente no sólo las habituales cocineras de los comedores, sino las ayudantes de esas cocineras -generalmente mamás que se desempeñan allí- y otras mujeres del barrio, interesadas en el tema.
Los prineros comedores donde se hicieron los cursos fueron "Los niños primero", de 522 entre 117 y 118, "Los Carreros", de 522 y 122 y el "Hogar Materno Infantil", de 520 entre 9 y 10 de Tolosa.
LAS DUDAS MAS FRECUENTES
Una de las primeras cuestiones que surgió en los debates fue el tema de la leche. De las conversaciones surgió que muchas mujeres del barrio dejaban de insistir cuando sus hijos rechazaban el consumo de leche, a lo cual las responsables del curso dieron alternativas para incorporar la leche a la dieta.
Otro punto que se conversó fue el de la cocción de la carne. Según indicaron los organizadores, muchas mujeres de los barrios vinculados a los comedores acostumbraban comer la carne demasiado jugosa, sin sospechar los peligros que eso supone, sobre todo para los chicos.
"Las instructoras explicaron que es importante llegar a cierto punto de cocción para evitar la presencia de bacterias que pueden ser nocivas sobre todo para los chicos", indicó Justo.
Otro de los problemas que encontraron fue un alto consumo de farináceos y una baja ingesta de verduras, lo que se trató de revertir a través de la difusión de recetas variadas y económicas.
"Cada clase se remataba con la enseñanza de dos recetas que permitían, con los mismos ingredientes presentes en los comedores, hacer comidas más sanas. Por ejemplo, se enseñó a hacer bocadillos de acelga y lechuga, ñoquis verdes y muchas comidas a base de verduras.
HACIA UNA MANIPULACION SANO DE LOS ALIMENTOS
Pero en lo que se hizo especial hincapié fue en la manipulación de los alimentos, para evitar prácticas arraigadas y que pueden motivar la transmisión de bacterias.
En ese sentido, se hizo mucho hincapié en indicaciones como la de no cortar alimentos crudos en la misma tabla que se cortan los cocidos.
La iniciativa del Rotary se enmarca en un programa que busca asistir a más de 2.000 chicos que comen a diario en 25 comedores de la región. Ese programa se llama PAS (Programa de Ayuda Solidaria) y se puso en marcha en el año 2001, en plena crisis.
Fue entonces cuando un grupo de 17 clubes rotarios de la zona se unió con ese fin, entregando desde entonces más de 150 toneladas de alimentos en más de 100 comedores.
El programa se caracteriza por contar, además de con el aporte de los clubes, con el de los llamados "donantes sostenedores", que son voluntarios que hacen sus contribución en alimentos no perecederos sin compromiso de continuidad y que hoy aportan el 70% de la mercadería entregada.
El programa fue distinguido en 2008 con el premio de la Conferencia Presidencial del Rotary como el más destacado entre los orientados a favorecer a los chicos, disminuyendo la mortalidad y posibilitando su crecimiento en la etapa inicial de sus vidas.
Los clubes rotarios que participan activamente en este programa son los de Abasto, Berisso, City Bell, El Dique, Ensenada, Jean Thompson, La Plata, La plata Norte, La Plata Oeste, La Plata Meridiano Vº, La Plata Tribunales, Los Hornos, Gonnet, Olmos, Etcheverry, Tolosa, Villa lisa, todos pertenecientes al distrito 4915 del Rotary Club Internacional.
Entre los comedores beneficiados se cuentan el de la ONG crecer, de Abasto; Nuestra Señora de Lorerto, de Berisso; Abriendo Caminos y Encuentro, de City Bell, Casita María y Locos Bajitos, de Ensenada; Cáritas Catedral, de La Plata; Tierra Nueva de La Plata Oeste; Cristo Reina, de Gonnet y Casita de Sol, de Villa Elisa.
Según indico Justo, las primeras experiencias de curso de cocina y manipulación de alimentos se hicieron en los comedores de Tolosa y la idea es llevarlo a partir de ahora, a otros comedores. El proyecto en marcha apunta a concretar seis nuevos cursos en los próximos meses.
¿La razón?: el alto grado de motivación que encontraron entre las mujeres de los barrios por saber más para mejorar su alimentación y la de sus familias.
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