Dos operaciones en 7 meses: antecedentes de un final abrupto

Néstor Kirchner había sufrido varios episodios graves en su salud y este año habíasido intervenido en dos oportunidades. La primera gran alerta de 2010 llegó el 7 de febrero pasado, cuando debió ser operado de urgencia en la carótida. Aquella vez había sentido falta de sensibilidad en su brazo y pierna izquierdos, fue operado y le removieron una placa ulcerada de la arteria. Sin embargo, el ex mandatario continuó con ritmo frenético su vida política y, el 11 de septiembre, a tan solo siete meses de haber sido operado, sintió otro fuerte dolor en el pecho y fue llevado desde Olivos a la clínica de Los Arcos en Palermo. Según el parte oficial de aquel día, le realizaron una angioplastia con la colocación de un “stent” en una arteria coronaria que se encontraba obstruida.

En la operación de febrero, vale precisar, el esposo de la Presidenta había sido sometido a una cirugía de alta complejidad por una obstrucción en la arteria carótida derecha. La intervención se realizó en el sanatorio porteño de Los Arcos y los médicos que lo atendieron la calificaron como “exitosa”.

En esa oportunidad, según se supo horas después, Kirchner comenzó a sentirse mal a media mañana, tras realizar una rutina de ejercicios aeróbicos en la cinta y empezar a sentir hormigueos y adormecimiento en el brazo izquierdo. En la Clínica Olivos, Kirchner recibió de parte de los médicos Marcelo Ballesteros y Luis Buonomo la recomendación de acudir al sanatorio porteño de mayor complejidad para un diagnóstico más específico.

Por la tarde, Kirchner y la Presidenta se dirigieron juntos al nosocomio de Palermo. Y una vez que aquél quedó internado, Cristina regresó a la quinta de Olivos para volver una hora y media después al sanatorio junto con sus hijos, Máximo y Florencia, que aguardaron en la clínica. Tras la operación, Kirchner permaneció internado en la sala de terapia intensiva de ese hospital y fue dado de alta a las pocas horas.

SEGUNDA OPERACION

Pero el infortunio para la salud del ex presidente no terminó ahí: apenas siete meses después de haber sido intervenido de la carótida, el 11 de septiembre pasado, Néstor Kirchner debió otra vez ser intervenido de urgencia en el sanatorio porteño De los Arcos por la obstrucción en una arteria coronaria. Se cumplían como se dijo siete meses de la afección en la carótida derecha que le había causado un accidente cerebrovascular.

En esta oportunidad, Kirchner fue sometido a una angioplastia en una de las arterias coronarias y, según el parte que leyó en la puerta del sanatorio el subsecretario de Medios, Alfredo Scoccimarro, “el resultado fue exitoso”. Esa intervención, se precisó en su momento, consistió en colocar una malla llamada stent para desobstruir una arteria coronaria.

Sin embargo, pese a que la recomendación médica indicaba reposo, a los tres días de esta segunda operación el ex mandatario protagonizó un acto en el Luna Park y continuó con una agenda cada vez más cargada (ver aparte).

Con todo, hay que decir que las operaciones de este año no fueron las únicas alertas que había recibido el cuerpo de Kirchner. Al margen de esos dos episodios, ya en abril de 2004, cuando aún era Presidente, había sufrido una hemorragia generada por una gastroenteritis erosiva aguda. En aquel momento fue internado de urgencia en Río Gallegos.

Luego de aquella descompensación gástrica derivada de su colon irritable, para el año 2006, el ex mandatario sufrió un sorpresivo desmayo en El Calafate. Pero nada impidió que siguiera con su ajetreada actividad política.