Las mochilas para el cole: un "peso" para la salud de los chicos

Los especialistas recomiendan controlar el peso de las mochilas escolares, que en pocos días miles de niños cargarán sobre sus espaldas, y advierten que una carga superior al 10 por ciento del peso corporal puede causar serias lesiones.

Decidir qué mochila cargarán los alumnos todos los días para ir a la escuela debería no reducirse a una simple elección estética, de colores ni formas divertidas.

Si se quiere evitar dolores y lesiones graves, en cambio, habrá que seguir una serie de recomendaciones como, por ejemplo, elegir el tamaño de la mochila en proporción a la espalda del niño.

"Por más de que no suele dársele mucha importancia a este asunto, la gravedad de las consecuencias son alarmantes", alertó el doctor Fernando Salas, presidente de la Sociedad Argentina de Ortopedia y Traumatología Infantil (SAOTI).

El especialista explicó que "los peligros que se corren son realmente serios, ya que pueden provocar lesiones en la columna vertebral, alterar la postura y, por supuesto, generar dolores y molestias físicas, sobre todo en la espalda, los hombros y el cuello".

Aunque los motivos que provocan estas consecuencias son diversos, los expertos aseguran que el peso de la mochila es el principal factor.

En el 2004, la Revista de Ortopedia Pediátrica de Europa y Estados Unidos (JPO, por sus siglas en inglés) publicó un estudio realizado sobre 3.498 estudiantes que determinó que el peso de las mochilas no debía superar el 10 por ciento del peso corporal.

Otro trabajo científico, realizado por la Universidad de California y publicado en enero de este año en la revista Spine, demuestra con resonancias magnéticas por imágenes cómo el aumento de la carga de las mochilas comprime la altura de los discos lumbares y produce curvas asimétricas en la columna vertebral.

Para el estudio, dos mujeres y tres varones con un promedio de edad de 12 años cargaron mochilas de 4, 8 y 12 kilos, el 10, 20 y 30 por ciento del peso corporal, respectivamente.

Los resultados evidenciaron que el dolor de espalda y los riesgos de lesión se intensificaban significativamente a medida que aumentaba la carga.

Además del peso, debe tenerse en cuenta el diseño de la mochila, cuyo tamaño tiene que ser acorde al de la espalda del niño, contar con correas lo suficientemente gruesas para evitar lesiones en los hombros y preferentemente un cinturón para mejorar la distribución del peso.

Los especialistas sostienen que siempre deben utilizarse las dos correas a la vez en lugar de una sola como acostumbran muchos chicos, lo que genera el riesgo de torcer su columna y alterar la postura, y ajustar los tirantes hasta que la base de la mochila descanse apenas por encima de la cintura.