Boca va por la punta, y el Rojo busca salir del fondo

Boca e Independiente protagonizarán hoy un clásico de polos opuestos, ya que el primero buscará volver a la cima y estirar su invicto en el certamen a 34 partidos, mientras que el otro tratará de cortar su racha de cuatro derrotas al hilo para salir del fondo de la tabla.

El trascendental encuentro, válido por la quinta fecha del torneo Clausura, se llevará a cabo en La Bombonera, desde las 19:10, con el arbitraje de Saúl Laverni y la televisación de Canal 7. Será uno de los que cerrará la jornada en la que también se medirán: Rafaela-Unión (19:10), Godoy Cruz-Arsenal y Banfield-Tigre (17).

Este clásico, pese a que ya cuenta con 177 ediciones (66 triunfos de Boca contra 59 de Independiente, con 52 empates), tomó en esta temporada una dimensión especial, ya que enfrenta a los únicos dos equipos `grandes` que nunca bajaron de Primera División.

Sin embargo, pese al marco histórico que esto implica, lo cierto es que la realidad de ambos es tan distante que lejos está este partido de mostrar un choque entre potencias, como se esperaba quizá en la previa del certamen, en el que los dos, como es habitual, partieron como favoritos al título.

Boca cumplió los pronósticos, pues como campeón defensor y pese a jugar al mismo tiempo la Copa Libertadores y la Copa Argentina, mantuvo su paso arrollador con tres victorias y apenas una igualdad, sin goles en contra, por lo que arrancó esta fecha en la cima y con pretensiones de continuar allí.

En cambio, Independiente está en la otra orilla, con cuatro derrotas en igual cantidad de partidos y apenas un tanto a favor, en una serie que no sólo lo dejó en soledad en el último lugar sino que motivó el alejamiento anticipado del entrenador Ramón Díaz, quien fue reemplazado de manera interina por Christian Díaz.

De todos modos, hay un aspecto en el que sí llegan iguales, ya que los dos perdieron el miércoles pasado: el Xeneize cayó ante Fluminense de Brasil (2-1) por la Libertadores, con lo cual cortó un invicto general de 36 cotejos, mientras que el `Rojo` fue eliminado de la Copa Argentina por Belgrano de Córdoba (2-0).

En consecuencia, una victoria hoy acarreará un premio extra para el que la obtenga: una inyección anímica para el plantel; en cambio, la derrota tendrá un costo adicional porque en el local no están acostumbrados a dos caídas al hilo y en el visitante la paciencia de sus hinchas para con el equipo está al límite.

Los jugadores titulares de Boca, conscientes del envión que puede significar un triunfo o el peligro de una nueva caída, le pidieron estar presentes al entrenador Julio Falcioni, quien pensaba armar la formación con varios suplentes para guardar a sus figuras para el duelo del miércoles próximo ante Arsenal por la Libertadores.

Por tal motivo, el DT decidió concentrar a 20 jugadores pero aún no definió la alineación titular, en la que lo único seguro es que no estarán el defensor Juan Manuel Insaurralde, suspendido, y el delantero Darío Cvitanich, con una distasia en el aductor izquierdo, de entre los que habitualmente juegan de arranque.

La certeza es el regreso a la zaga central de Rolando Schiavi, quien sufrió una distensión en la rodilla derecha hace 19 días en el partido ante Unión de Santa Fe, mientras que por el hecho de estar concentrado, el capitán Juan Román Riquelme, sin dudas, estará desde el minuto inicial en la Bombonera.

Después, salvo Agustín Orión bajo los tres palos y Santiago Silva como centro-delantero, el resto no tiene garantizado un lugar y sólo en la mente de Falcioni hay un panorama más claro del equipo xeneize, que en la fecha pasada, con algunos suplentes, logró igualmente superar a San Lorenzo, en el clásico, por 2 a 0.

Por el lado de Independiente, mientras se aguarda por la llegada de un nuevo entrenador, siendo Américo Gallego el que más chances tiene, el interino Christian Díaz se jugará una parada importante porque de ganar y que no haya acuerdo con ningún DT, sus chances de seguir en el banco de suplentes podrían incrementarse.