¿Quién es el villano?
| 29 de Julio de 2012 | 00:00
James Holmes, el acusado de la masacre de Denver, tiene 24 años y todos lo recuerdan como a un joven acicalado, estudioso y de pocas palabras, alto y de pelo oscuro. Hijo de una enfermera, Arlene, y un gerente de una compañía de software, Robert, James era un brillante estudiante de ciencias en la universidad.
En San Diego, donde creció, algunos lo señalan como a un chico tímido, un solitario perteneciente a una familia religiosa y de clase media.
De su no muy conocida biografía se destaca que tuvo problemas para encontrar trabajo después de graduarse con honores en el 2010 con un grado en neurociencia de la Universidad de California, en Riverside, donde las autoridades lo señalaron como a uno de los mejores estudiantes, un joven con un potencial ilimitado.
Ahora, con los hechos consumados, psicólogos y psiquiatras se preguntan si acaso buscaba la redención, o si estuvo preso de algún remordimiento, o si simplemente buscaba una tribuna para clamar no se sabe qué clase de verdad.
“Que Holmes no haya decidido poner fin a su vida -como fue el caso de los autores de recientes masacres, por ejemplo los dos adolescentes que mataron a 13 alumnos del liceo de Columbine, en 1999- es una más de las rarezas de esta historia. También sería muy importante que se analice su paso por la universidad, podría ser uno de los elementos que expliquen por qué comenzó a sentirse excluido”, señalan.
Sea quien fuere James Holmes, el mayor misterio en torno de este estudiante de 24 años es por qué se puso una máscara antigás y le disparó a decenas de personas en un cine de los suburbios de Denver, a donde había llegado vestido de negro, ataviado con un casco antibalas, un chaleco y protector de piernas, guantes negros y protectores en su garganta y la ingle, armado con un rifle de asalto, una escopeta y una pistola Glock.
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